Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El laureado psicólogo dominicano Henry Montero Tapia, calificó como temeraria, peligrosa y destructiva la propuesta del llamado “Teteo Seguro” y las carreras de motores del ministro de la juventud, Rafael J. Feliz García, considerando la iniciativa con poco entusiasmo y carente creatividad.
Montero Tapia, especialista en salud mental reconocido internacionalmente, explicó que la lluvia de críticas en toda la República Dominicana y el exterior contra la propuesta del ministro, se basan en esos conceptos con los que coincide, agregando que aunque parece estar diseñado con la intención de proporcionar a los jóvenes un espacio para la recreación y el entretenimiento en un entorno seguro y controlado.
“Sin embargo, la aceptación ciudadana ha calificado esa iniciativa como peligrosa y destructiva. La idea es temeraria y propuesta con poco entusiasmo a la creatividad”, sostiene el psicólogo.
Señala que una de las razones de las críticas es la desalineación con las necesidades primordiales de los jóvenes porque la juventud en la República Dominicana, como en muchos otros lugares, enfrentan desafíos críticos como la falta de acceso a educación de calidad y oportunidades de empleo.
“Estas necesidades son fundamentales para su desarrollo y superación personal. Un programa que prioriza la recreación sobre estas necesidades esenciales puede ser visto como una desviación de los recursos limitados del gobierno de sus responsabilidades centrales”, indica el profesional de la salud mental.
Sobre la promoción de actividades recreativas sobre el desarrollo sostenible expuso que aunque la recreación y el entretenimiento son aspectos importantes del bienestar juvenil, el enfoque en “teteos seguros” -fiestas que históricamente han estado asociadas con el desorden, los excesos y la violencia- podría enviar un mensaje equivocado, sugiriendo que el Gobierno respalda esas actividades por encima de iniciativas que promuevan el desarrollo educativo, cultural o profesional de los jóvenes.
“La función del Gobierno en fomentar los valores patrios, culturales, sociales, y económicos de la nación”, subraya Montero Tapia.
Expresó que desde el estado debe haber inclusión social real con oportunidades para que los jóvenes participen activamente en sus comunidades, incluyendo el acceso a espacios de participación cívica, política, y social que permitan a los jóvenes expresarse, ser escuchados y contribuir al desarrollo de su entorno.
Añade que otro elemento fundamental es el desarrollo de habilidades para la vida como la educación y oportunidades para desarrollar habilidades prácticas para la vida cotidiana, como la gestión financiera, la resolución de conflictos y la toma de decisiones.
Abordando la seguridad y protección explica que debe garantizarse un entorno seguro donde los jóvenes estén protegidos contra la violencia, el abuso, y la explotación.
Dijo que la iniciativa crea un impacto en la percepción pública y la confianza en el Gobierno, para la implementación de un programa que parece trivializar las preocupaciones reales de los jóvenes puede deteriorar la confianza en las instituciones gubernamentales, especialmente si se percibe que tales programas no abordan las verdaderas necesidades de la población joven.
“Los recursos que se destinan a Teteo Seguro podrían utilizarse en programas más impactantes que ofrezcan educación, formación profesional, acceso a la tecnología, y oportunidades de empleo, atacando así las raíces de los problemas que enfrentan los jóvenes”, puntualiza el especialista, advirtiendo que la iniciativa se enfrentaría a riesgo de normalizar comportamientos potencialmente peligrosos.
“Aunque el objetivo sea crear entornos seguros para la recreación, existe el riesgo de que se normalicen comportamientos relacionados con el desorden y los excesos, especialmente si no se establecen y aplican estrictos controles y medidas de seguridad.
Mientras que la intención detrás de Teteo Seguro puede ser crear espacios seguros para que los jóvenes se diviertan, la crítica apunta a una desconexión fundamental entre este enfoque y las necesidades reales y prioritarias de los jóvenes dominicanos. En lugar de promover la recreación de una manera que ha sido tradicionalmente controversial, sería más beneficioso enfocarse en crear y ampliar programas que aborden la educación, el empleo, y el desarrollo sostenible para los jóvenes. Esto no solo ayudaría a los jóvenes a superarse personal y profesionalmente, sino que también contribuiría al desarrollo económico y social de la República Dominicana a largo plazo”, advierte el psicólogo.
“La organización de carreras de motos no reguladas, a menudo denominadas carreras callejeras cuando se celebran en la vía pública, puede tener un impacto significativo tanto en los participantes como en la comunidad en general. Estos impactos son generalmente negativos, planteando varios riesgos y desafíos entre estos, de seguridad, consecuencias legales
molestias públicas, daños a la propiedad pública, impacto en los recursos públicos, costos de seguro y atención médica e imagen negativa de la comunidad”, agrega.
“Las carreras no reguladas pueden dar glamur a la velocidad y a las maniobras arriesgadas, animando a los participantes, especialmente a los jóvenes, a participar en conductas peligrosas dentro y fuera de la carretera. Esto puede contribuir a una cultura de imprudencia que se extiende más allá de los eventos en sí”, precisó Montero Tapia.