En el historial amoroso de Selena Gomez destacan dos noviazgos muy mediáticos que acapararon un sinfín de titulares en su momento: el que mantuvo con Justin Bieber durante gran parte de su adolescencia y que retomaron temporalmente en la veintena antes de que él se comprometiera con su actual esposa, y otro más breve con su compañero de profesión The Weeknd.
A día de hoy, la cantante de 28 años está soltera y sin compromiso, y convencida además de que hasta hace relativamente poco estaba ‘maldita’ en el amor, pero no por las razones que muchos podrían imaginar, sino por su ‘propia culpa’.
“Creo que la mayoría de mis experiencias en el terreno sentimental estaban malditas. Era demasiado joven para estar expuesta a ciertas cosas cuando mantenía una relación. Supongo que necesitaba descubrir qué significaba esa palabra para mí, ‘excepcional’, porque en el pasado me he sentido muy inferior a mis parejas, y nunca me veía realmente como una igual”, ha confesado en una conversación con la edición australiana de Vogue.
En ese sentido, la palabra ‘rare’ -que se traduce al español como ‘insólito’ o ‘excepcional’- guarda un significado muy especial para Selena y por eso decidió tatuársela en el cuello, porque necesitaba algo que le recordase cada día que no hay nadie más como ella. También llamó así a su último disco y a su línea de maquillaje centrada en promover unos estándares de belleza reales.
“En el fondo, ni siquiera pensaba: ‘Oh, me siento así, déjame cantar algo al respecto’. En realidad necesitaba sentirme así acerca de mí misma, y mi familia y la familia que he creado a mi alrededor me han ayudado a conseguirlo”, ha explicado la artista. msn.com