Bartolo García
Santiago, 5 de marzo de 2025 – La reconocida soprano dominicana Nathalie Peña-Comas ofreció una actuación conmovedora en los jardines del Vaticano, capturando la atención y los corazones de los presentes. Invitada por el embajador dominicano ante la Santa Sede, Víctor Suarez, Peña-Comas interpretó magistralmente la pieza “Santa María”, en un evento que se convirtió en un símbolo de plegaria y esperanza por la salud del Papa Francisco.
Este recital especial no solo reflejó la devoción y el respeto de la soprano por el pontífice, sino que también destacó su estatus como una de las principales figuras de la música clásica dominicana a nivel internacional. La interpretación de Peña-Comas en los jardines del Vaticano fue un acto de fe y un homenaje cultural, que resonó profundamente tanto en los asistentes como en quienes siguieron la transmisión del evento.
El embajador Víctor Suarez expresó su satisfacción por la realización del evento, señalando que “la música de Nathalie Peña-Comas es un puente de espiritualidad y hermandad que trasciende fronteras y une culturas en momentos de necesidad y reflexión”.
La actuación de Peña-Comas es la antesala de un gran concierto que se celebrará en honor a la Virgen de la Altagracia, patrona de la República Dominicana, previsto para fines de noviembre en el Vaticano. Este concierto contará con la presencia de distinguidas personalidades del ámbito gubernamental y eclesiástico, y promete ser un evento de gran envergadura y profundidad espiritual.
La carrera de Nathalie Peña-Comas ha estado marcada por su versatilidad y su capacidad para conectar con audiencias en escenarios prestigiosos a nivel mundial. Su voz ha sido alabada por su claridad, potencia y la emotividad que transmite en cada una de sus interpretaciones.
El concierto de noviembre no solo será una oportunidad para admirar el talento de Peña-Comas, sino también para reafirmar los lazos culturales y espirituales entre la República Dominicana y el Vaticano, destacando la importancia de la música como medio de comunicación y unión entre pueblos.
La comunidad dominicana, tanto en Roma como en todo el mundo, anticipa con gran entusiasmo la próxima actuación de Peña-Comas, esperando que su voz continúe siendo un faro de inspiración y un instrumento de paz y solidaridad entre naciones.
Mientras tanto, los jardines del Vaticano aún resuenan con el eco de su interpretación, un recordatorio melodioso de la capacidad del arte para consolar y curar en tiempos de incertidumbre.
