Para el virólogo italiano Giuseppe Remuzzi, la medida es “efectiva para reducir la enfermedad”, pero superado ese tiempo “trae otros males como la pobreza social y los conflictos sociales”. Su explicación de por qué cuando se logre producir la vacuna “será tarde”
El director del Instituto de investigaciones farmacológicas Mario Negri de Milán, Giuseppe Remuzzi, uno de los mayores expertos italianos sobre el COVID-19, fue noticia el fin de semana por asegurar que “el coronavirus es menos agresivo en comparación con el comienzo de la pandemia y desaparecerá antes que se logre una vacuna”.
Ahora, en diálogo con Luis Novaresio por radio La Red, el especialista fue categórico al opinar que, para que sea efectiva, “una cuarentena no debería superar los 15 días”. Para él, la cuarentena que se hizo en Italia, en la que nadie salió de sus casas por semanas, solo para cosas esenciales, ha sido la responsable de la baja en esta carga viral”.
“Es importante también que la gente use tapabocas y mantengan la distancia; creo que esta es la razón de la tranquilidad relativa que vemos”, consideró Remuzzi, quien insistió en que pasadas las dos semanas de aislamiento, “tiene un impacto muy grande en la economía, que se traduce en pobreza, muerte y conflictos sociales”.
Consultado sobre los más de 80 días que la medida lleva en la Argentina, dijo: “A mí me parece que eso es mucho; necesitan ver cuál puede ser el impacto en la vuelta de la actividad productiva”.
En la misma línea, destacó que el cierre de las escuelas fue “necesario” al comienzo de la pandemia, pero que “después de un mes se pueden reabrir”. “Se sabe que los menores de 15 años no se enferman, y los mayores de esa edad pueden ir con medidas de distanciamiento social”.
“Los pacientes de hoy son completamente diferentes de los de hace tres o cuatro semanas”, había explicado Ramuzzi durante el programa Piazza Pulita. “Las hospitalizaciones y los ingresos en cuidados intensivos continúan disminuyendo. Antes a la sala de emergencias llegaban 80 personas, todas con dificultades respiratorias graves. Hoy llegan diez y ocho pueden ser enviadas a casa”, aseguró.
Y tras asegurar que “la situación ha cambiado en todas partes, no solo en Bérgamo y Milán, sino también en Roma y Nápoles”, el especialista aseguró: “No sé si ha cambiado el virus o si ha cambiado la carga viral de cada paciente, lo único que puedo decir es que parece que estamos enfrentando una enfermedad muy diferente a la que puso en crisis nuestras estructuras sanitarias al comienzo de la pandemia”.
Sobre si cuando se apruebe una vacuna capaz de prevenir el nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2 habrá perdido todo su “poder”, Ramuzzi opinó que “es lo más probable”. “La enfermedad, como la conocimos, no la vemos más”, destacó, y sostuvo: “Y hay una demostración, que es la cantidad de ARN viral, que es un claro ejemplo de la expresión de la enfermedad. Lo que se ve ahora en comparación a cuatro semanas atrás es que es mucho más bajo”.
Además, señaló: “La vacuna primero debe estar lista, se necesitan muchos voluntarios para probarla y ver si funciona en humanos, debe ser segura, debe asegurarse de que no haga mal a quien se vacune, pero esto es solo el primer paso, luego se debe producir en gran cantidad, las industrias hacerla llegar a todo el mundo para recién ahí inmunizar a la población. Esto llevará mucho tiempo, probablemente dos o tres años”. infobae.com