Caos en la Casa Blanca: Renuncias y Vacantes
La situación en la West Wing
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Antes de ser presidente, Donald Trump presentaba un reality show en el que un participante era expulsado cada semana. Algo similar parece estar ocurriendo en la Casa Blanca. En la West Wing, el ala occidental de la mansión presidencial, se vive un caos sin precedentes con una ola de renuncias, a pesar de que el presidente insista en que “no hay caos, ¡solo gran energía!”.
Renuncias y temores de éxodo
La renuncia más reciente es la de Gary Cohn, el principal asesor económico, quien se enfrentó al presidente sobre la política comercial. Esta partida ha generado temores internos de un éxodo aún mayor, lo que dificultaría los planes de Trump, que actualmente están paralizados.
Vacantes y desorganización
Abundan las vacantes en la West Wing y en el gobierno en general, con algunos puestos nunca ocupados y otros que han sufrido renuncias reiteradas. La rotación de personal alcanza el 40% en poco más de un año, lo que genera desorganización y pérdida de conocimientos institucionales.
Temores y descontento
Muchos colaboradores de la Casa Blanca han expresado temores de una posible “espiral de la muerte” en la West Wing, donde cada renuncia acelera la siguiente. La falta de lealtad del presidente hacia su personal actual y anterior ha llevado a una disminución en la calidad de los colaboradores y a un ambiente de descontento.
Consecuencias legales y parálisis legislativa
La investigación del fiscal especial Robert Mueller ha frenado el proceso de contratación y ha provocado temores de que trabajar para Trump pueda manchar el currículum de los colaboradores. Además, las sombrías perspectivas legislativas hacen que las esperanzas de lograr hazañas como la reforma impositiva se desvanezcan.
Moral a la baja
La moral en la West Wing ha disminuido desde la salida del secretario de despacho Rob Porter, lo que ha afectado el proceso de elaboración de políticas. Las explicaciones contradictorias del jefe de despacho John Kelly sobre el caso Porter han dañado su reputación como fuerza estabilizadora en medio del caos.
la Casa Blanca enfrenta una crisis de renuncias, vacantes y descontento interno que dificulta la implementación de los planes del presidente Trump. La falta de estabilidad y la constante rotación de personal plantean desafíos significativos para la administración actual.
