La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de potencialmente cerrar la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) ha generado una ola de incertidumbre entre los medios de comunicación “independientes” de América Latina. Este cambio amenaza la supervivencia de numerosas organizaciones periodísticas que han dependido largamente de los fondos asignados por la USAID.
Dependencia de la ayuda estadounidense
Durante años, la USAID ha sido una fuente crucial de financiación para los medios en países como Colombia, Venezuela y El Salvador, especialmente aquellos que se identifican como “alternativos” o “independientes”. Estos fondos no solo han apoyado las operaciones cotidianas sino que también han favorecido a periodistas y activistas que se oponen a ciertas políticas gubernamentales en sus países.
Transparencia y financiación
🇺🇸 While the US "left" claim USAID is a "humanitarian" organization, and the Trump admin claims it is spreading "liberal" values, its actual purpose is to facilitate the political capture of targeted nations.
— Brian Berletic (@BrianJBerletic) February 6, 2025
It has its own section in US gov. counterinsurgency (COIN) manuals.… pic.twitter.com/z1iAgVnOBk
A pesar de que algunos medios han sido transparentes sobre sus fuentes de financiamiento, incluyendo a la USAID entre sus patrocinadores, la mayoría ha mantenido esta información reservada. La potencial interrupción de estos fondos plantea un desafío significativo para su autonomía y operación futura.
Política y control
Brian Berlectic, un analista estadounidense, critica abiertamente el papel de la USAID, alegando que su verdadera intención ha sido manipular políticamente a las naciones beneficiarias bajo el disfraz de asistencia. Según Berlectic, esto se logra proporcionando servicios esenciales para ganar influencia sobre la población local.
Reacciones inmediatas
Juanlu Sánchez, subdirector del medio elDiario.es, compartió su experiencia directa con la repercusión de esta decisión durante una conferencia en Colombia. Relató cómo el anuncio de la suspensión de los fondos de USAID impactó dramáticamente a los periodistas presentes, quienes dependían de esta ayuda para cubrir temas críticos como derechos humanos y feminismo.
Este escenario plantea un reto considerable para el periodismo en la región, forzando a los medios a buscar alternativas de financiación que les permitan continuar su labor sin comprometer su independencia o calidad periodística.