Después de juramentar a cientos de nuevos ciudadanos dominicanos nacidos en Estados Unidos y provenientes de diferentes estados, el cónsul general Eligio Jáquez quien les tomó el juramento por encargo del presidente Luis Abinader, exclamó que hablar de dominicanidad es hablar de algo sublime.
Unos 2,500 ciudadanos estadounidenses abrumadoramente jóvenes juraron por la bandera de la República Dominicana, lar de sus ancestros en el masivo acto celebrado el sábado en la tarde en el centro deportivo “Armory” de la avenida Fort Washington y calle 168 en el Alto Manhattan.
En la agenda estaba programado que el presidente juramentara a los nuevos ciudadanos, pero el mandatario delegó en el cónsul.
Jáquez, quien pronunció un emotivo discurso exponiendo el origen de la aprobación de la ley que establece el beneficio a los hijos de los dominicanos y dominicanas en la diáspora, recordó que el derecho a la doble nacionalidad de los hijos de dominicanos nacidos en el exterior fue acordado en una reforma constitucional en 1994.
Aunque no lo especificó se refirió a la modificación de la Carta Magna tras la crisis post electoral originada porque el entonces presidente Joaquín Balaguer, perpetró un fraude colosal contra el líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) José Francisco Peña Gómez para quedarse ilegalmente en el poder.
“Ser dominicanos no es una cosa cualquiera. Hablar de dominicanidad es algo sublime. Es hablar de un pueblo trabajador, alegre, amante del deporte y la recreación, cultor de música, con merengue y con bachata, con playa, arena, cocos y palmeras, con personas bellas y talentosas, con llanos y montañas, con beisbolistas, voleibolistas, gimnastas, corredores, futbolistas y basquetbolistas, que han deslumbrado la más exigente fanaticada”, indicó.
“Con un pueblo que sale a la calle cuando se mancilla su honor, un pueblo que trabaja para producir víveres, frutales, vegetales que compiten en sabor y color como los mejores del mundo”, añadió el cónsul.
“Quién no querría participar de la simpatía aguilucha, liceísta o escogidista de la música merenguera del Torito, de Johnny Ventura, Wilfrido, Luis Segura, de los Hermanos Rosario, de Ruby Pérez, de Fernandito, Juan Luis Guerra, el Alfa, Anthony Santos, Fefita, Romeo, Zacarías Ferreira, Yoscar Sarante, Covi Quintana, Ros María, Milly Quezada, Vakeró, Mozart La Para, entre otros”, sostuvo.
“Quién no conoce a Osvaldo Virgil, Marichal, Pedro Martínez, Los Hermanos Alou, Manny Ramírez, Gary Sánchez, Robinson Canó, Adrián Beltré, Pujols, Bartolo Colón, Fernando Tatis padre y junior, David Ortiz o a Vladimir Guerrero, que tanto en la versión vieja y la más joven, llenan de confín a confín el orgullo nacional.
Quién no está atento a los pasos rápidos de Marileidy Paulino, Félix Sánchez y Luguelín Santos”, expuso.
Manifestó que “ya las brumas de la amargura y los tambores que antes nos anunciaban la ruptura de paz, han desaparecido. Ahora nuestra democracia luce robusta. Se abren opciones que impulsan nuestro desarrollo económico, cultural, académico, social, deportivo”.
Dijo que “nuestro país, que hoy se enriquece con la llegada de más de 2,500 nuevos dominicanos, cuenta con un gobernante de sólida formación, creyente, de buena familia, bien enfocado, lleno de serenidad, adulto, competente, bien relacionado, enemigo de lo ajeno, con manos firmes y dura para el que se quiera apropiar de los bienes del pueblo”.
El cónsul desglosó que la reforma constitucional de 1994 también incluyó aprobar la reducción a dos años del período de Gobierno, creación del Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior Electoral, la segunda vuelta electoral, si en la primera vuelta no se lograba obtener más del 50% de los votos.
También el derecho al voto de los dominicanos en el exterior y establecimiento de un mínimo para la participación de la mujer en la boleta electoral.
Dijo que, a casi tres décadas de esa reforma, es la primera vez que se realiza un acto masivo para juramentar dominicanos con el derecho constitucional para adquirir la ciudadanía de sus padres con retención de su nacionalidad nativa que es la estadounidense.
“El país tenía un ambiente plomizo, cada día se anunciaban medidas desde el gobierno y la oposición que parecía nos acercábamos a una confrontación inevitable”, evocó el cónsul quien entonces comenzaba a emerger como una de las figuras señeras del PRD.
Luego de hacer un recorrido contextual en el discurso sobre las fases agotadas en la época, Jáquez explicó que esas últimas conquistas, congregaron a la multitud el sábado frente al presidente Abinader.
“Desde esa modificación constitucional hasta la fecha han discurrido ya 27 años y ésta de hoy es la primera iniciativa oficial de recibimiento de dominicanos. Para llegar aquí ha sido necesario que todo el personal del consulado y la Junta Electoral local hayamos unido nuestros esfuerzos de promoción y en esta tarea combinada de rendir tributo de reconocimiento a una servidora, que ha hecho un culto al seguimiento para que hoy pudiéramos estar en este exigente escenario”, dijo refiriéndose a la señora Jennese Paulino.
“Por eso, estos nuevos dominicanos han llegado aquí hoy, a ponerse presente y a decirle al mundo, como diría Johnny Ventura en vida:
“Yo lo digo en tono sano
y se lo repito en serio, si salgo del cementerio vuelvo a ser dominicano”.
Por Miguel Cruz Tejada