El Mirador
Luís Céspedes Peña
El mundo político de hoy, atraviesa por graves crisis institucionales, en las cuales hay una gran diferencia entre gobernantes y gobernados.
Y también está la intervención extranjera. En esta parte, la intervención internacional es pública entre Estados Unidos y Rusia, cada sector defiendo a sus aliados estratégicos, que en el orden político, se trata de una acción correcta para esos gobiernos.
Esas actividades se desarrollan en el mundo convulsionado por los intereses políticos. Por ejemplo, en España, una de las principales naciones que integran la Unión Europea, los diputados rechazaron, por mayoría, su apoyo para que Pedro Sánchez continuara como presidente del gobierno.
En Brasil, está en prisión Luíz Inácio Lula da Silva, acusado de corrupción, pero cuyo principal defecto fue el de haber convertido una nación pobre, como Brasil, en la primera potencia latinoamericana.
Y en ese mismo país hicieron renunciar a Dilma Rousseff, también del Partido de los Trabajadores, acusada de corrupción, pero sin ninguna prueba. Lo mismo ocurrió con Cristina Fernández, de Argentina.
Rafael Correa, de Ecuador, otro de los líderes latinoamericanos, anda de país en país, porque su gobierno quiere llevarlo a prisión, después que éste lo puso a ganar las elecciones con el mayor número de votos de la historia de esa nación. También es perseguido por supuesta corrupción.
Nicolás Maduro, de Venezuela, está en el poder, todavía, por la intervención de Rusia, que dice defender sus intereses en esa nación. En Haití, renunció el primer ministro, Jean-Michel Lapin, porque no pudo formar su gobierno.
Y, en República Dominicana, el Presidente Danilo Medina anunció que no aspira a la candidatura para las elecciones del 2020.
Medina es el político que le tenía casi asegurada la victoria al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y quien ocupa una de las primeras posiciones del sitio 10, de los gobernantes mejores valorados del mundo.
¡Y es fácil! Pero el presidente del PLD y ex jefe de Estado, Leonel Fernández, encabezó un insólito movimiento en contra de una posible modificación a la Constitución, para que no se retirara el Transitorio número 22, que aunque no se pudiera repostular como candidato para el 20, tenía la oportunidad de retornar al poder, en virtud de que la Carta Magna dice que el gobernante de turno puede aspirar ocho años consecutivos.
¡Una gran contradicción! Los ocho años, según la Constitución, vencen en el 2024, porque la reforma fue en el 2015. Hay que decir que la intervención de Estados Unidos, para que el Presidente Medina no aspirara a la repostulación, también fue pública.
El problema ahora es el de determinar si el sector Medina va a apoyar a Leonel como candidato presidencial o lanzará a uno de su grupo, de los que ya están en la precampaña o de los que no.
Las “heridas” en el PLD son graves. Son las mismas que dividieron, en varias ocasiones, al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en el poder, como aliado del PLD.
Aunque algunos de los seguidores de Leonel Fernández esperan que se logre la unidad interna, entre la mayoría de dirigentes danilistas no están perdonando, por el momento, que el ex jefe de Estado dirigiera personalmente, aliado a Luís Abinader, las protestas frente al Congreso Nacional, para oponerse a una posible modificación constitucional.
Esas acciones le bajaron un poco la popularidad a Medina, que tuvo que soportar la presión de Estados Unidos, que-a decir verdad-favorece más a Luís Abinader que a Leonel.
Fernández tiene excelentes relaciones con los demócratas de Estados Unidos y Luís Abinader antes contaba con el respaldo de un sector de los republicanos, porque otro estaba al lado de Medina, pero como no hubo acuerdo en el PLD para su repostulación, se unieron los criterios. Analizado así, al PLD sólo lo salva de una derrota una unidad de conciencia.
No hay ninguna duda de que el PLD tendrá que luchar con sectores poderosísimos extranjeros en su contra. Y lo peor será que contra Leonel Fernández serán “descargados todos los misiles”, los cuales están en poder, en el país, de los aliados momentáneas del ex gobernante, llamado Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Si analiza a profundidad quiénes serán los más perjudicados de la inhabilitación del Presidente Medina, hay que decir que la mayoría de dominicanos, que está disfrutando, todavía, de la actual buena gestión de gobierno.
Y hay que decir, que los gobernados, incluyendo a los sectores inversionistas que están apoyando las políticas públicas del actual gobierno, no fueron tomados en cuenta. Los intereses políticos se le impusieron a la razón.
¡Gracias por leernos!
