Los padres del estudiante dominicano Winston Ortiz, asesinado a puñaladas y quemado vivo por el hermano de su ex novia, Adonis Betances (también dominicano), se movilizaron en las inmediaciones de la Corte Criminal de El Bronx el viernes, después que el acusado compareció virtualmente ante un Gran Jurado para la lectura de los cargos, que según los familiares del muerto, se le suavizaron y reclaman asesinato en primer grado que conlleva cadena perpetua.
La segunda audiencia fue reenviada sin fecha fija.
Winston Ortiz (padre) y una tía, Nancy Tamarez, dijeron que el asesinato fue uno de los crímenes más brutales de los últimos años en El Bronx.
La tía calificó el asesinato y la quema del cuerpo de su sobrino mientras estaba gravemente herido, como uno al estilo de los carteles de las drogas.
Los progenitores del estudiante estuvieron acompañados de otros parientes y vecinos.
La madre Joan Ortiz, no pudo hablar con los reporteros debido a que todavía está devastada por el homicidio, pero había dicho que quiere justicia.
“Morir así en agonía, y encima de eso, ardiendo. Quiero justicia, quiero justicia porque mi hijo no merecía morir así. Ningún ser humano merece morir así”, dijo la madre el día del asesinato.
“Los gritos de mi niño se oían en todo el vecindario, todo el mundo los escuchó y mi niño aún en la agonía, clamaba a Dios”, relató la tía.
El padre dijo que su hijo daba su corazón por la familia y los amigos.
“No es porque era mi hijo, pero no habrá otro para reemplazarlo”, añadió el señor Ortiz.
“Esto fue algo horrible, algo diabólico, bujería, santería, un crimen a estilo los carteles de drogas”, sostuvo la señora Tamarez.
“Eso fue sin motivo, premeditado y fue algo que nadie se merece”, sostuvo el papá.
Dijeron que continuarán la lucha por justicia para Winston.
Betances, de 22 años está siendo acusado de asesinato en segundo grado y homicidio en primer grado.
Frente a la corte estuvieron presentes las familias de la víctima y del acusado.
El juez del caso le impuso una fianza de $200 mil dólares, aunque su abogado no la solicitó.
Ortiz, de 18 años de edad, era miembro activo de una iglesia cristiana en El Bronx y un estudiante de excelencia académica.
Fue apuñalado tres veces en el torso por Betances y luego rociado con gasolina y quemado vivo.
SIPNOSIS
La policía dijo que Betances mató a Ortiz en un ataque de ira, por el desacuerdo con el noviazgo de la víctima y su hermana que tiene 15 años, rechazando la diferencia de edades.
En el video de seguridad, que todavía no ha revelado por la policía aparece Betances llegando al pasillo del quinto piso del edificio 1045 en la avenida Woodycrest en el vecindario Highbridge en El Bronx, 10 minutos antes que Ortiz.
Aunque no ha sido identificada, aparentemente ella fue quien lanzó los primeros gritos estando cerca de la antorcha humana en la que Betances convirtió a su ex novio.
Cuando los policías y los paramédicos llegaron a la escena, encontraron a Ortiz agonizando y lo llevaron al hospital Harlem en Manhattan, donde murió poco después de las puñaladas y las quemaduras en más del 90% del cuerpo.
Una versión sostiene que Betances, de 22 años de edad y Ortiz, de 18, comenzaron a discutir acaloradamente en el pasillo donde lo apuñaló y luego le roció gasolina y con un fósforo le prendió fuego.
La policía dijo que Ortiz, estuvo luchando por su vida hasta sus últimos momentos, pero que las heridas eran muy graves, por lo que sucumbió.
Betances, que vive a cinco cuadras de la residencia de Ortiz.
“Todavía no puedo creerlo. ¿Qué pasa por tu mente para hacer algo así?”, dijo el hermano menor de Ortiz, Wilmer, de 17 años.
Confirmó que su hermano había estado en una relación con la hermana menor del acusado, pero dijo que ella rompió con Ortiz un día antes del asesinato.
Su hermano, que era un estudiante de excelencia en la escuela Metropolitan Lifehouse Charter School, había estaba muy angustiado emocionalmente por la separación, agregó Wilmer.
Los gritos de la adolescente alrededor de las 3:00 de la tarde alertaron a los vecinos que apagaron las llamas en el cuerpo de Ortiz con cubos de agua.
El adolescente todavía moribundo identificó a su asesino cuando los policías llegaron a la escena, según las fuentes, añadiendo que Betances llevó a su novia a cenar después del asesinato.
Por Miguel Cruz Tejada