Por Luis Faringthon Reyes
El diálogo entre las personas sobre la situación de pandemia que vivimos, la comprensión de sus causas y consecuencias que podrían motivarlas a cumplir con las medidas preventivas para evitar la enfermedad, pero las informaciones deben ser tomadas de fuentes fidedignas, pues las informaciones masivas por medios convencionales. Y redes sociales a veces tergiversadas causan una cascada de desinformación que conlleva a la toma de decisiones erradas por parte de la población y esta misma de información pudiera dificultar el manejo de la pandemia.
El núcleo familiar es vital para el cambio de comportamiento, aunque estamos conociendo al COVID-19 y existen aristas que carecen de evidencia aún en el seno de la familia se pueden compartir valores que pudieran permitir que se tomen decisiones para protegerse del virus, sus prácticas apegadas a las medidas de distanciamiento, uso de mascarilla y lavado de manos pueden ser reforzadas y evitar el riesgo de contraer la enfermedad.
Desde nuestro punto de vista otro grupo de interés que ayudaría a promocionar las medidas preventivas y vigilar su complimiento son las organizaciones comunitarias(Junta de vecinos, clubes deportivos, iglesias, etc.), las cuales crean espacios reflexivos y de colaboración de las comunidades y poder cumplir las normas y evitar el contagio, pues la población confiar en ellas y proporcionan un puente entre las políticas públicas y la sociedad esta última que contiene una serie de colaboradores en las diferentes comunidades que pueden desde allí, desde el mismo centro del hábitat de las personas vulnerables promover el cumplimiento de las medidas.