Un gran festival de cine se sustenta en la justicia de su veredicto. Y se debe ofrecer integralmente, ya que todas las ganadoras, son eso, ganadoras.
José Rafael Sosa
Todo está consumado. Del 7 al 13 de septiembre, se produjo el III Festival de Cine Fine Arts Hecho en Casa en el cual compitieron siete proyectos de cine nacional, impregnados de una carta de calidad, juventud en sus talentos y – casi todos— provistos de esa certidumbre de que el país se encuentra en una ruta consistente para hacer un cine que emocione, impacte las conciencias y sea una vía para seguir abonando a la buena marca nacional de cine.
El evento fue patrocinado por Caribbean Cinemas y Altice, empresas que lo anunciaron, con la dirección general de Zumaya Cordero. Los copatrocinadoras: Banco Caribe, Johnnie Walker, Induveca y Franks, con el apoyo de DGCINE.
Ese Festival, al igual que otros que se han celebrado en los cuales se respeta la capacidad y decisión de sus jurados, se constituyó em uno de los acontecimientos cinematográficos dominicanos, más trascendentes por su aporte a la consolidación conceptual y de taquilla nuestra industria: siete películas de alta calidad, no estrenadas, tuvieron oportunidad de pantallas.
Un Festival de Cine vale justo el nivel de justicia de sus veredictos y sus resultados deben ser ofrecidos integralmente porque todas las películas ganadoras, son eso: ganadoras. Se impone evitar que la mayor exposición de ganadoras, dependa de la calidad de la agencia de comunicaciones que sea contratada.
El veredicto del jurado:
El Método: Mejor Película (David Maler)
Cecilia García (La Hembrita),
Mejor Actriz principal (La hembrita)
Xiomara Fortuna, Actriz secundaria (La Hembrita)
Pepe Sierra: (El Método),
Mejor actor (El método) David Maler: (Croma Kid)
Mejor director (El Método)
Mejor Guión: Croma Kid, (Israel Cárdenas y Pablo Chea)
Un Gavillero en la Sierra Mejor corto documental ficción (Ricardo Ariel Toribio)
En busca del Corazón Azul (Amelia Deschamps) Mejor Corto Documental.
Menciones especiales para los cortometrajes universitarios: “Taita” de Paola Bruno y Jessie Rosario (PUCMM) y “Sol Azul” de Alina Labour (Chavón)
El jurado estuvo integrado por Ariel Feliciano, Víctor Piñeiro, Marc Mejía (quien evidenció un talante profesional al mantenerse en sus funciones a pesar de la dolorosa partida de su padre), Alfonso Quiñones, José Rafael Sosa, presidido por Félix Manuel Lora y la directora general del Festival fue Zumaya Cordero.
Evaluacion de las ganadoras:
Por razones lógicas, como jurado no podíamos comentar ninguna de las películas en competencia, dado que sería favorecerlas, pero ahora que el evento termina y que cada quien celebra lo logrado, nos permitimos una panorámica crítica de lo expuesto en este III Festival Fine Arts Hecho en Casa: Las siete películas en competencia fueron: Croma Kid, El Método, La hembrita, El mundo que nos rodea, O+, Yaque y Otra historia de crimen. El Método, La hembrita y Croma Kid, sin dudas lo más cinematográficamente valioso, son tres piezas dignas respaldo ahora que pasaran sucesivamente a cartelera comercial.
El método (que tenía la limitación de no ser guion original para cine sino adaptación de la obra teatral del barcelonés Jordi Galcerán i Ferrer (El método Grönholm) – y que hemos visto en el país y Madrid en versiones escénicas-) es un hito para el cine nacional. El método presenta calidad inteligente en la adaptación y uno de los mejores trabajos interpretativos corales de la escena fílmica dominicana: Nashla Bogaert, Héctor Aníbal, Georgina Duluc, Pepe Sierra, Yasser Michelen, Dahiana Cordero y Roger Wasserman.
A eso se agrega su todo en diseño de sonido y dirección de arte, en su universo sonoro y su iluminación, a lo cual aporta un trabajo chispeante, intenso y de procesos continuos de sus talentos.
Es una cinta que debería tener un buen proceso de distribución internacional.
Y que el público local que no la vio, la aproveche cuando esté en cartelera La hembrita (Laura Amelia Guzmán) es una joya cinematográfica por el sostenido y cuidado pulso de su directora, asistida por actuaciones sobresalientes, que llevan el sentido de confrontación, de clases, de angustia y soledad afectiva, de necesidad, del encuentro por encima de las divisiones sociales circunstanciales.
Croma Kid (Pablo Chea) es una carta de presentación digna y resaltante que anuncia la llegada de un director con sentido de lo que hace, apoyado en una historia de los años noventa y su tecnología un no olvidada, en el transcurso de la cual se teje una historia de varias líneas temáticas.
El Premio al Mejor Corto de Ficción para Un gavillero en la sierra, de Ricardo Ariel Toribio, expresa una enorme verdad: se puede hacer un válido cine histórico aún con las limitaciones de un presupuesto mínimo, echando mano a actores del ambiente, reconstruyendo con dignidad una parte del pasado patriótico, incluso logrando un trabajo con complejidades y referencias musicales patrióticas (como el Himno Nacional de esos años) para dar con una historia que ya debería estar convocando la necesidad de un largometraje.
Su director, rostro poco conocido, es un músico que se ha orientado, conceptualmente, al cine de pantalones largos, aún solo le alcanzaran los recursos para esta joya.
Un acierto del jurado fue el premio al Mejor Cortometraje Documental a En busca del corazón azul, (ópera prima de Amelia Deschamps) sobre la explotación del Larimar, pero enfocado como nunca antes: a través de las aspiraciones y condiciones de trabajo de un minero de la piedra azul que únicamente se produce en aquel socavón y cuya extracción supone un riesgo y una aventura, que la autora decidió correr. Un valiente trabajo de cámara en hombro y peligros reales. No es la primera vez que se toca el tema en un corto. Antes habíamos visto reportajes periodísticos en premios de periodismo turístico), pero no con estas características en las cuales el cine hace pareja con la vida real.
7 reposiciones de culto
Podría ser atrevido hablar de “reposiciones de culto” en el cine dominicano, pero encontramos el concepto adecuado para la decisión de haber incluido en la cartelera las películas “No es lo que parece”, de David Maler; “La familia Reyna”, de Tito Rodríguez; “Veneno” de Tabaré Blanchard; “Hotel Copelia”, de José María Cabral; “Papi”, de la novela homónima de Rita Indiana; “Mis 500 locos” de Leticia Tono, y “La Gunguna” de Ernesto Alemany.
Estos títulos, que mucha gente fue a ver porque perdió en su momento la posibilidad de hacerlo, construyeron una especie de pequeña antología inmediata del buen cine dominicano.
Croma Kid se estrena este jueves
La ópera prima de Pablo Chea, que se estrenó en el Festival de Rotterdam, participará en la 67.ª edición del BFI London Film Festival.
La película, dirigida a toda la familia, cuenta con las actuaciones del niño Bosco Cárdenas Guzmán, junto a él Nashla Bogaert y David Maler, también Jaime Piña. La música es de Grégoire Blanc. El tema “Magia” es interpretado por Solo Fernández. La producción es de Lántica Media y Aurora Dominicana.