El abuso de dispositivos electrónicos provoca síndrome de fatiga visual en niños
EFE – El uso excesivo de dispositivos electrónicos como tabletas, ordenadores, móviles y gafas de realidad virtual se ha convertido en una de las principales causas del síndrome de fatiga visual en los niños. Además, estos dispositivos están cada vez más integrados en los centros educativos, lo que incrementa la exposición de los menores a las pantallas.
Dispositivos electrónicos: un elemento cotidiano en la educación infantil
La médica oftalmóloga de IMQ, Marta Galdós Iztueta, explica que “los dispositivos electrónicos como tabletas, ordenadores, móviles, televisión o las gafas de realidad virtual son parte esencial de la vida diaria de nuestros hijos”.
Durante el período escolar, estos dispositivos no solo se usan para el ocio digital, sino que también han reemplazado en muchos colegios a los libros de texto tradicionales. Esta realidad obliga a niños y adolescentes a convivir con las pantallas durante gran parte del día.
¿Por qué las pantallas provocan fatiga visual en los niños?
Cuando se mira una pantalla, la frecuencia de parpadeo disminuye considerablemente, lo que provoca que los ojos se sequen y la lágrima no los humedezca adecuadamente. Esto genera irritación ocular, con síntomas como molestias, picazón, escozor, ojos rojos y dolores de cabeza.
Este fenómeno es la base del síndrome de fatiga digital, un problema cada vez más común en la infancia debido al uso intensivo de dispositivos electrónicos.
Niños más vulnerables a la fatiga visual digital
Algunos menores son más susceptibles a estos efectos, especialmente aquellos con antecedentes de alergias, piel atópica o mala calidad y cantidad de lágrima. También tienen mayor riesgo los niños con errores refractivos como hipermetropía, miopía o astigmatismo.
La doctora Galdós añade que, en casos de defectos refractivos no detectados, como la hipermetropía moderada, el esfuerzo visual para enfocar la pantalla puede aumentar los síntomas.
Por otro lado, señala que el uso de pantallas no está vinculado con la progresión de la miopía, aunque recomienda fomentar actividades al aire libre como medida preventiva contra su avance.
En resumen, un uso responsable y moderado de las pantallas es clave para evitar complicaciones visuales en los niños, y no es necesario el uso de filtros especiales, ya que no hay evidencia científica que demuestre que la luz emitida por estos dispositivos sea dañina más allá del síndrome de fatiga visual.
Importancia del brillo y la iluminación en las pantallas
Otro factor crucial en la aparición del síndrome de fatiga digital es el nivel de brillo de la pantalla. Según la especialista de IMQ, un brillo excesivo, especialmente en ambientes con poca luz ambiental, puede intensificar la fatiga ocular.
Esto se debe a que la pantalla funciona como una fuente de luz constante y demasiado intensa para los ojos.
En cambio, un brillo insuficiente, sumado al uso de pantallas pequeñas, obliga a un esfuerzo visual mayor, aumentando la fatiga en los niños.
Recomendaciones para prevenir el síndrome de fatiga visual en la infancia
- Realizar revisiones oftalmológicas periódicas desde la infancia, sobre todo si existen antecedentes familiares de problemas visuales.
- Controlar y moderar el tiempo de exposición a las pantallas, evitando el uso excesivo.
- Aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos mirando una pantalla, descansar 20 segundos parpadeando y enfocando objetos a más de 6 metros de distancia.
- Ajustar correctamente el brillo de la pantalla y la iluminación ambiental para evitar contrastes demasiado fuertes o insuficientes.
- Utilizar dispositivos con pantallas de tamaño adecuado y mantener una distancia de lectura recomendada de 33 centímetros.
- Minimizar el uso del móvil como herramienta de estudio, trabajo o videojuegos, debido a su tamaño reducido.
- Evitar el uso indiscriminado del móvil para ver series o contenidos prolongados.
En conclusión, la doctora Marta Galdós subraya que un cuidado responsable y consciente del uso de dispositivos electrónicos es fundamental para proteger la salud visual de los niños y prevenir el síndrome de fatiga digital.