Virginia Foxx, jefa de la Comisión de Educación y Mano de Obra de la Cámara de Representantes de EE.UU., ha enviado este miércoles una carta al presidente Joe Biden y a la secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su, planteando preocupaciones por el hecho de que la Casa Blanca no proporcione un entorno de trabajo seguro después de que Commander, el perro de dos años perteneciente al mandatario, mordiera a 12 empleados.
“Escribo para garantizar que la Casa Blanca cumpla las normas y directrices de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional [OSHA, por sus siglas en inglés] y lo haga al mismo nivel que el Gobierno federal espera de las entidades privadas”, reza la carta. Además, la legisladora solicitó “información sobre cuestiones de seguridad laboral” en el edificio presidencial.
Foxx expresó que “la Casa Blanca tiene la responsabilidad de dar ejemplo para garantizar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo de sus empleados”, pero, “por desgracia, recientemente se supo que no está cumpliendo con esta responsabilidad”. “La Casa Blanca no debe adoptar una actitud de ‘normas para ti, pero no para mí’ cuando se trata de la seguridad en el lugar de trabajo”, destacó.
En una entrevista con Politico, la legisladora declaró que escribió la carta para recordarle a la Casa Blanca que “no es inmune a las leyes del país”. “Si diez personas hubieran sufrido accidentes en una planta privada, o si hubiera habido mordeduras de perro en una planta privada, le garantizo que la OSHA se habría echado encima de los propietarios y operadores de esa planta”, agregó.
La semana pasada se informó que Commander abandonó la Casa Blanca tras una serie de incidentes relacionados con su comportamiento agresivo hacia el personal de seguridad y de la residencia presidencial. En un caso, un agente especial incluso tuvo que ir al hospital para recibir tratamiento, tras ser mordido en el muslo y el brazo en noviembre del año pasado.