Por Franklin Rosa
El Gran Titán Patriota es el nombre que el pueblo trabajador blanco y de clase media trumpista, ha bautizado a Donald Trump, líder indiscutible de la base del Partido Republicano con presencia activa en todos los Estados de la Unión, y con capacidad de movilización armada, totalmente radicalizada y convencida de que hubo fraude electoral en la pasada elecciones presidenciales.
Las contradicciones que han dividido profundamente a la sociedad norteamericana se tornan cada día más antagónicas, y la confrontación social que vive es muy compleja y es de larga data, es la ideología de los supremacistas blancos derrotados en La Guerra Civil, cuando se abolió la esclavitud, persiste en todo el estamento social del pueblo norteamericano y que sus manifestaciones se presentan de manera sistemática en el racismo, y el odio hacia los inmigrantes y Donald Trump promueve con sus políticas la primacía de los blancos.
El racismo y la exclusión de la vida social de los negros se potenciaron con la elección del primer presidente negro de los EUA Barack Obama. El Partido Republicano, le declaró la guerra política desde el congreso, le cerró dos veces el gobierno al negarle la financiación presupuestaria y tuvieron a punto de hacerle un juicio político.
Esta crisis política se profundizó con la elección sorpresiva de Donald Trump quien realizó una campaña atípica con un leguaje descarnado señalando a los Clinton como corruptos y que hay que limpiar al gobierno del lodo y la corrupción.
Proclamando un mensaje antiglobalista, nacionalista y antiinmigrantes. Se presentó como el vocero de los sin voz, del pueblo blanco y trabajador y de los granjeros, que han sido los perdedores de la globalización al perder sus puestos de trabajo que se llevaron las corporaciones y multinacionales a China y Asia.
Hay que reconocer que la principal víctima de la globalización, expresión última del neoliberalismo, ha sido el pueblo norteamericano, pues el capitalismo salvaje ha generado una acumulación del capital sin precedentes y unos privilegios irritantes, mientras se deterioran los servicios de salud, educación, asistencias sociales, infraestructuras, aumento de la pobreza, la exclusión de los negros e inmigrantes y la crisis de la pandemia ocasionando 400,000 muertos por el manejo caótico que ha realizado Donald Trump.
En lo económico la globalización ha transformado la economía norteamericana en el país más endeudado del planeta con un déficit comercial anual de más de 500,000 millones de dólares; ha perdido la carrera tecnológica y comercial frente a China y la carrera armamentista frente a Rusia.
El Gran Titan Patriota, Donald Turmp, es un fenómeno político, en el primer proceso electoral del 2016, derrotó en las convenciones internas a todos los dinosaurios del Partido Republicano y ridiculizó a sus principales dirigentes; ha gobernado en lucha permanente contra el congreso y su investigación de fraude y colusión con los Rusos en las elecciones del 2016 y termina su gestión enfrentando dos juicios políticos y varios cierres del gobierno con la negación del presupuesto; en su choque con la prensa la ha estigmatizado con la palabra fake news, manipulación mediática con noticias falsas, desenmascarando la famosa libertad de prensa de los grandes monopolios de la prensa norteamericana; ha chocado con el pentágono por la guerra, contra la comunidad de inteligencia, la CIA , y en contra de su propio gobierno, sacando a sus principales colaboradores.
El gobierno desastroso de Trump termina en plena guerra comercial contra el gigante asiático, China; contra La Unión Europea y apoyando su división al impulsar el Brexit. Sus únicos aliados y su base de apoyo son un gran sector del pueblo blanco del centro y el sur de Estados Unidos y los cubanos anticastristas y venezolanas antichavistas del Estado de la Florida.
En este mar de lucha y contradicciones el Gran Titan Patriota fue derrotado por un anciano con problema de salud mental, casi retirado de la acción política, pero un fiel representante de los poderes fácticos, del establishment, y de los grandes magnates de las corporaciones y el capital financiero, de los señores de la guerra, el pentágono y el complejo industrial-militar.
Trump le paga con la misma moneda al Partido Demócrata ahora lo que han hecho fraude son ellos, pues al que la prensa manipuladora lo veía como acabado obtiene 4 millones más de votantes que en las pasadas elecciones y un bloque incondicional y radicalizado de congresistas, movimientos sociales y milicias armadas que ya mancharon sus manos de sangre con el asalto al Capitolio; orgullosos de esas acciones, porque Trump, ha señalado que es ahí donde está el pantano de la sociedad norteamericana. El Gran Titán Patriota está en peligro a pesar de que tiene un gran sector del pueblo armado que lo apoya y convencido de que hubo un fraude colosal; los últimos errores políticos y los 4 muertos del asalto al Congreso lo hace muy vulnerable; el Partido Demócrata a la ofensiva, al obtener mayoría en ambas cámaras, accionará para eliminar políticamente a Trump o encarcelarlo para toda la vida como hicieron con los independentistas puertorriqueños que asaltaron el Congreso en el 1954.
