El famoso colgante y los pendientes de la princesa Diana de Gales, juego conocido como «El Lago de los cisnes», sale a subasta el próximo 27 de junio en una venta organizada por la casa Guernsey’s de Nueva York y que cerrará así una historia en la que se mezcla incluso la guerra de Ucrania.
El conjunto, que saldrá a un precio estimado de entre 5 y 15 millones de dólares, encierra parte de la trágica historia de Diana, pues en el momento de su muerte se encontraba en manos del joyero que lo había fabricado, y estaba destinado a ser un regalo de Dodi al Fayed, que nunca pudo llevarse a cabo.
Lady Di solo llevó el colgante en público una vez, durante la apertura de la sesión de ballet de 1997 del Royal Albert Hall para una representación de «El lago de los cisnes» -de ahí su sobrenombre-, pero justo después de aquella función el joyero de la corona, de la casa londinense Garrard, reclamó el collar para poder completar los dos pendientes que iban a juego.
Se encontraba en el taller de Garrard al momento de su muerte
En el momento de la muerte de Diana y Al Fayed, el conjunto se encontraba en el taller de Garrard, por lo que Diana nunca pudo ponerse los pendientes.
Guernsey’s relata en su página web que la Casa Real británica concedió a Garrard el permiso para vender el conjunto dos años después y contactó para ello con la casa Guernsey’s en Nueva York, con la condición de que una parte de la venta fuera para la campaña contra las minas antipersonas de Unicef.
El primer comprador fue un magnate de Houston que había hecho fortuna con la venta minorista, James McIngvale, quien lo adquirió para que su hija lo luciese en su boda, pero una década después, tras un periodo de estrecheces financieras, McIngvale regresó a Guernsey’s para revenderlo.
El siguiente comprador fue una familia ucraniana -se desconoce su identidad- que lo ha tenido en su poder durante doce años, pero con la invasión rusa lo volvió a poner en venta para poder mantener a flote su fortuna, y Guernsey’s asegura en esta ocasión que «parte de la venta irá destinada a la reconstrucción de Ucrania».
El famoso colgante está formado por once diamantes marquise de 7,71 quilates y tres más de 0,88 quilates, 164 diamantes de 42.35 quilates, además de cinco perlas de cultivo a juego de 12 milímetros. En cuanto a los pendientes, constan de seis diamantes marquise de 1,87 quilates, 30 diamantes de 9,38 quilates y dos perlas de cultivo a juego de 12 milímetros.