Tras el fenómeno del “Barbiecore” desencadenado por la película “Barbie” en 2023, surge ahora una nueva tendencia en el mundo de la moda: el estilo “coquette”, inspirado en el rococó tardío de la reina María Antonieta de Francia, que está capturando la atención de la generación Z.
La experta en comunicación de moda y directora de la empresa Vality, Alicia Hernández, explicó que aunque esta tendencia no es nueva, ha adquirido popularidad entre los jóvenes de la generación Z debido a su aspecto romántico. Hernández señala que esta moda, que exhibe lazos y volantes de manera excesiva, ha sido vinculada previamente a la estética de Lolita, pero ahora ha resurgido de forma más destacada, llegando a rozar lo que podría considerarse como un atuendo de disfraz.
El estilo “coquette”, que evoca nostalgia, calidez y una belleza serena, se inspira en películas como “Las vírgenes suicidas” (1999), “María Antonieta” (2006), “Cisne negro” (2010) o la serie “Los Bridgerton” (2020). Sin embargo, su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el rococó tardío sedujo a la reina María Antonieta, quien actualizó su vestuario con adornos decorativos como corsés, lazos grandes, encajes y volantes.
Después de años en los que predominaron la moda deportiva y la estética “feo”, esta tendencia resurge con una moda hiperfemenina que abraza vestidos de corte imperio, calcetines y medias de punto, perlas y lazos. Firmas como Nina Ricci, Moschino, Richard Quinn, Chanel, Rodarte, Miu Miu, Erdem o Simona Rocha han presentado colecciones para esta primavera-verano 2024, utilizando tejidos como el satén, el tul o el encaje, y detalles sofisticados como flores, lazos, volantes o botones joya.
Figuras como la cantante Lana del Rey han contribuido a revitalizar esta tendencia en campañas publicitarias. Personalidades como Alexa Chung, Olivia Palermo, Lily Rose Deep o Sydney Sweenery también se han sumado a esta moda, reivindicando el gusto por lo femenino en alfombras rojas y eventos de moda.
Esta moda ha cautivado a la generación Z, que recurre a referencias de las décadas de los 90 y los 2000 para expresar inocencia y dulzura, según la psicóloga Candela F. Carretero. Se destaca que esta moda ya no se percibe como algo sexual, negativo, infantil ni ñoño, sino que reivindica exclusivamente lo femenino.