La esposa del presidente electo de los Estados Unidos, Jill Biden, definió ayer martes a la abogada dominicana Julissa Reynoso Pantaleón, designada como la jefa del gabinete de la próxima Primera Dama, como una estratega con corazón y pasión para el servicio público.
La declaración, la señora Biden la hizo horas después que su esposo anunció el nombramiento de Julissa y otros cinco latinos y latinas en posiciones importantes de la Casa Blanca y el Gobierno que encabezará desde el 20 de enero 2021.
“Para mi Jefa de Gabinete, era importante encontrar a alguien con experiencia profunda y comprensión del gobierno”, añadió la esposa de Biden en una escueta declaración enviada a la cadena NBC News que fue publicada al anochecer de ayer, en relación a la designación de Julissa y los demás funcionarios escogidos por su esposo.
“Quería alguien con corazón y pasión por el servicio público”, dijo.
“Encontré todo eso y más en Julissa: una consumada diplomática, experta legal y estratega”, explicó.
“Estamos viviendo una época de incertidumbre sin precedentes, pero sé que, con su liderazgo en mi oficina, podremos hacer una diferencia para tantos estadounidenses”, señaló.
Reynoso Pantaleón, quien es abogada y graduada en tres de las universidades más prestigiosas y exigentes del mundo, Harvard, Columbia y Cambridge, la tercera en Inglaterra, titulándose como abogada y una licenciatura en Estudios de Desarrollo como parte de su maestría en filosofía, llegó a los 7 años de edad, en 1982, a Nueva York desde el paraje de Conuco en la provincia Hermanas Mirabal (Salcedo), y se crió con su abuela en El Bronx.
En una breve autobiografía que ella público en su perfil de Harvard, escribió que le tomó un año ajustarse a la nueva cultura y comenzar a entender el inglés, además de que por su baja estatura, todo lo veía más grande de lo normal.
Refiere que también se asombró al ver la diferencia de poblaciones entre la gente de su campo y Nueva York, calificando su proceso de adaptación como la transición más impactante de su vida, en una entrevista publicada el 14 de febrero 2018 en la revista The –M – Dash.
Luego de descollar como una abogada brillante y enrolarse de lleno en el Partido Demócrata, fue nombrada por el presidente Barack Obama, como subsecretaria de estado adjunta para Asuntos de Centroamérica, el Caribe y Cuba.
Luego Obama, la designó embajadora de Estados Unidos en Uruguay, y una vez se dijo que fue enviada a la República Dominicana en 2008 para tratar de convencer al entonces presidente Leonel Fernández para que no se reeligiera.
Actualmente es socia del bufete de abogados Winston & Strawn en Nueva York.
Trabajó previamente en una importante firma de abogados internacional, donde se especializó en derecho antimonopolio, arbitraje comercial internacional y arbitraje internacional de inversiones.
Tiene una amplia experiencia en políticas y leyes de toda América Latina, y se desempeña como abogada en la práctica privada y como diplomática estadounidense de alto nivel.
Ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos Young Global Leader del Foro Económico Mundial, Orden del Quetzal de Guatemala y Orden del Valle de Honduras.
Es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y está afiliada a las facultades de derecho y asuntos públicos e internacionales de la Universidad de Columbia, donde ejerce como catedrática una vez a la semana.
“Tener una identidad dominicana / del Bronx no fue una elección; era la forma en que comía, caminaba, reía, hablaba, olía y pensaba. ¡Y la música!”, escribió también en la reseña sobre su vida.
Tiene un hijo único llamado Lucas, que es muy querido por el presidente electo y su esposa.
Por Miguel Cruz Tejada