Por Eléxido Paula
El modelo de desarrollo que genera la economía dominicana desde hace décadas es incapaz de impactar positivamente en la productividad y en la activación y colocación de empleos formales y de calidad.
Desarrollo económico inequitativo
Organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial indican que la República Dominicana ha crecido de manera sostenida e ininterrumpida en los últimos 25 años. Pero ese crecimiento ha sido inequitativo, falto de calidad e impregnado de iniquidad y eminentemente excluyente, ahondando la brecha entre ricos y pobres y concentrando la riqueza en grupos oligárquicos y monopólicos.
Falta de empleos dignos y servicios públicos vitales
Ese crecimiento económico del que tanto promueve, alardea y publicita el presente gobierno, debería ir de la mano con el desarrollo humano y que fuese acompañado de empleos dignos, decentes, formales y de calidad; servicios públicos vitales como: agua potable, cuidado del medio ambiente, salud, educación, alimentación, vivienda, seguridad social y seguridad ciudadana. Sin embargo, el alcance de la acción pública en nuestro país es restringida.
Desempleo y empleos precarios
Es lamentable y penoso decir que aún con la fanfarria y parafernalia que exhibe el gobierno peledeísta de un astronómico crecimiento económico, que según sus autoridades ha llegado al 7.5% de PIB, aún seguimos siendo un país, donde prevalece el desempleo, empleos informales y empleos precarios y míseros si lo comparamos con el costo real de la canasta familiar.
- Desempleo neto en el país ronda el 14%
- 34% de jóvenes entre 18 y 25 años están desempleados
- Desempleo relativo o informal alcanza el 57%
Salarios mínimos insuficientes
Las cuentas del Banco Central revelan que los salarios mínimos nacionales no alcanzan, ni siquiera en las grandes empresas para cubrir el costo de la canasta familiar básica. El economista Pavel Isa Contreras nos expresa que “mientras no haya una reducción significativa del desempleo y un aumento en el gasto social por encima del 10% del PIB, el crecimiento económico que ha venido generando el país en los últimos años no se traducirá en una mejoría de la calidad de vida de los dominicanos.
Abismo entre crecimiento económico y empleo
Todo indica que existe un abismo entre el crecimiento económico y el empleo, ya que los sectores que están creciendo generan poco trabajo y los que asigna son de baja calidad y de baja remuneración.
Intenciones de emigrar
Es muy elocuente e impresionante sobre esta realidad que analizamos, el dato que nos da la firma encuestadora Barómetro de las Américas, indicando que el 42.1% de los dominicanos tienen serias intenciones de irse del país a vivir o trabajar a otro país en los próximos 3 años; pero entre los que tienen de 18 a 25 años el porcentaje sube a un sorprendente 60.5%, o sea más de la mitad de los jóvenes.
Problemas sin resolver
Lo peor de todo esto es que las autoridades gubernamentales en su intolerancia, hartazgo de poder y opulencia, no alcanzan a medir los niveles de riesgo y peligrosidad para la sana convivencia de la nación, el que a estas alturas tengamos problemas tan álgidos sin resolver ni dar solución como: la alta tasa de desempleo, empleo informal; sumándosele los precarios servicios de salud, inseguridad ciudadana, migración descontrolada, déficit habitacional, baja calidad educativa, impunidad y corrupción.