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Miguel Cruz Tejada

Altice

NUEVA YORK._ Docenas de dolientes de difuntos de mayoría dominicana ganaron una demanda a la funeraria R. G. Ortiz Funeral Home que opera en el Alto Manhattan, El Bronx y Brooklyn, por lo que la empresa deberá pagarles $604 mil dólares mediante un acuerdo con el Departamento de Protección al Consumidor y Trabajador (DCWP) que apoyó el reclamo de los demandantes.

Entre las principales estaban las de que la que funeraria no embalsamaba los cadáveres profesionalmente por lo que en algunos casos los rostros quedaban deformados y en otros, parecían zombies, la tardanza en la puesta de los ataúdes para los velorios, retraso en el transporte de los cuerpos de las morgues a las funerarias y a los aeropuertos cuando son llevados a otros países, en su mayoría, República Dominicana, desinformación y trato descortés a los deudos de los difuntos, entrega de muertos que no pertenecían a las familias, extraviar cadáveres entre funerarias, además de otras fallas.

El monto a pagar es en restitución a los familiares de los muertos.

Aunque hay muchas funerarias en el Alto Manhattan, la R. G Ortiz situada en la avenida Broadway y calle 192 es la preferida de la comunidad dominicana debido a que en el vecindario residen la mayoría de migrantes de República Dominicana en  Nueva York, siendo el barrio más poblado del mundo por los criollos.

El DCWP se hizo cargo con sus abogados de enfrentar a la funeraria en la corte con 74 afectados firmando la demanda colectiva.

Las autoridades dicen que R.G. Ortiz Funeral Home Inc. se negó a revelar la ubicación de los restos de sus seres queridos, los confundió o los extravió, y en algunos casos obligó a los miembros de la familia a moverse entre filas de restos de otras personas.

Se encontraron más de 82 violaciones y como parte del acuerdo, 28 consumidores recibirán $104,000 en pagos.

Los $500,000 restantes son para otros consumidores que aún no han presentado reclamos.

La comisionada del DCWP, Wilda Vera Mayuga, dijo que la demanda fue sometida en la corte después que ese departamento concluyó una investigación sobre las casi 50 quejas de los dolientes de los muertos y muertas, que fueron explotadas a pesar de estar en duelo.

La demanda dice que los denunciantes afirman que la funeraria no brindó servicios pagados, mal manejados o extraviados de los restos, y en algunos casos obligó a los clientes a examinar los restos en los almacenes para localizar las cenizas de sus seres queridos.

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El DCWP también afirmó que la funeraria tergiversó la cantidad de tiempo que tomaría devolver los restos cremados y no reparó adecuadamente los cuerpos para los servicios funerarios.

“Su conducta ha dejado a decenas de familias en el limbo esperando los restos de sus seres queridos y, en algunos casos, incluso peor”, añadió la comisionada.

En septiembre de 2022, Alexa Guitard murió de cáncer a los 20 años. Su madre, Yahaira Reyes, contrató a R.G. Ortiz para los servicios de cremación de su hija.

Reyes dice que pasaron meses sin que la funeraria le dijera cuándo recibiría las cenizas de sus hijas.

Las demandas contra la funeraria comenzaron a fluir desde  2021 cuando familiares de numerosos muertos y muertas denunciando que la funeraria en los ataúdes para velarlos cadáveres momificados, dejando restos y manchas de sangre en el piso del espacio donde se embalsaman los cuerpos.

Las imágenes entregadas por los deudos de los difuntos al canal Bronx News 12 que emitió el un reportaje en 2021  titulado “Death Without Dignity” (Muerte Sin Dignidad” muestran las distorsiones de los maquillistas funerarios que desparecieron el parentesco entre los físicos reales y los que ellos hicieron.

Los cadáveres de las dominicanas Flora Jerez y Zulma Leonardo y el afroamericano Dewayne Warthen fueron parte de las evidencias de los deudos para proceder con la demanda mientras el propietario de la funeraria Michael Ortiz guardaba silencio.

No es la primera vez que la funeraria Ortiz en el Alto Manhattan enfrenta quejas, críticas y recursos judiciales por mala práctica y violar los protocolos que rigen el trabajo funerario en Nueva York con respeto y dignidad a los que se han ido.

En marzo 2018, el fallecido ex sargento de la policía de Nueva York, Miguel Paulino denunció que la misma funeraria le entregó un cadáver de una muerta que no era su madre, María Altagracia Castro quien falleció siendo entregado su cuerpo a la funeraria en el Alto Manhattan pero tuvo que recorrer varias otras en El Bronx y Brooklyn para encontrar el cadáver de su mamá amontonado en un sótano.

Paulino, quien murió por COVID-19 después de viajar a la República Dominicana, también incoo un demanda contra esa funeraria.

En 2017 familiares de Ramón  Paulino de Jesús quien murió de cáncer denunciaron que la funeraria Ortiz, retuvo el cadáver, a pesar de haber cobrado casi $6  mil dólares por el velatorio y el transporte del cuerpo a Santo Domingo en la República Dominicana, donde iba a ser sepultado en el cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez.

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Además de los rostros momificados, las imágenes presentadas por los parientes de los fallecidos presentan un mayúsculo desorden, suciedad, camillas obsoletas, cuerpos enredados en bolsas de basura semejando desperdicios y espesas manchas de sangre en el piso del área donde se “arreglan” los cadáveres.

Flora Sosa, nieta de Flora Jerez cuyo cadáver fue totalmente distorsionado dijo que su primera reacción fue la de asombrarse rechazando el aspecto dado por la funeraria a la cara diciendo que esa no era su abuela.

Señaló que el alegato alegre de los responsables, fue el de que eso pasó porque su abuela era muy vieja.

La demanda fue por daño emocional además de las violaciones citadas.

“En lugar de ver a su ser querido, básicamente vio lo que parecía ser una estatuilla de arcilla desfigurada”, dijo el abogado de la familia de la abuela.

Dijeron que R. G. Ortiz Funeral Home echó a perder la preparación del cuerpo de Jerez.

“Ella siempre quiso un servicio hermoso porque tenía una vida hermosa”, dijo Sosa. “Y el hecho de que no solo tuvimos que pasar por el dolor de su muerte, sino también verla en esa condición, rompió a nuestra familia”, añadió.

“Quiero que todos vean lo que le hicieron a mi hermana”, dijo Karina Olavarria, quien acusa a la funeraria  de arruinar la apariencia de su hermana en su velorio.

En otro caso, una mujer dice que su esposo, quien murió de un infarto, fue presentado luciendo como si hubiera muerto en un incendio.

Un ex empleado de la funeraria que habló con Bronx News 12 pidiendo anonimato, dijo que

en las imágenes se muestran cuerpos que no fueron refrigerados durante días.

“Apilados como sardinas, muy poco profesional”, dijo. “Las ratas están merodeando  por ahí”, añadió.

“Vi un cuerpo con la mitad de la cara y la nariz, machacada”, asegura el ex empleado.

La organización Funeral Consumers Alliance (FCA) dice que la evidencia apunta a un problema grave.

“Esa es una gran señal de alerta”, dijo Josh Slocum, director ejecutivo de la FCA.

“Por lo que veo y entiendo, me parece que probablemente haya violaciones de los estándares profesionales básicos en los códigos que regulan las funerarias”, explicó.

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