Santo Domingo- Ante el reciente triunfo electoral de Donald Trump en Estados Unidos y el inicio de su segundo mandato, las organizaciones a nivel global enfrentan una serie de desafíos económicos y geopolíticos que requieren preparación y capacidad de adaptación. La adopción de políticas económicas que priorizan la competitividad interna y el fortalecimiento del dólar ha generado un ambiente inestable en el comercio internacional, en el que América Latina y Europa se presentan como regiones particularmente vulnerables. En este contexto, contar con talento profesional altamente capacitado será esencial para navegar los cambios previstos en las políticas comerciales, arancelarias y diplomáticas de los Estados Unidos.
Daniel Chamorro, profesor de economía internacional en CEF.- Santo Domingo, destaca que las políticas de Trump tienden hacia una “desglobalización” que busca reformar el sistema económico en favor de una América más autosuficiente. Según Chamorro, los efectos de este enfoque, denominado “MAGAnomics” son potencialmente disruptivos para las actuales cadenas de suministro globales y los acuerdos comerciales multilaterales. “Nos enfrentamos a un fenómeno que va a incidir, positiva o negativamente, principalmente, a Europa y América Latina, así como a los mercados financieros globales,” afirma Chamorro. Este panorama plantea la necesidad de que las organizaciones adapten sus estrategias a una dinámica internacional cada vez más fragmentada.
Los aranceles y la renegociación de acuerdos comerciales son solo una parte de la ecuación. El profesor Chamorro advierte que el probable aumento de sanciones económicas hacia países como China y Rusia impactará en el desempeño del dólar y podría acelerar la diversificación monetaria impulsada por los BRICS, con efectos notables sobre el sistema financiero global. En este sentido, las organizaciones deben desarrollar competencias en gestión de riesgos y en adaptación a nuevas normativas internacionales que puedan surgir de un clima de creciente proteccionismo y competencia económica.
En el ámbito del tercer sector, Chamorro señala que las agencias internacionales y las ONG podrían experimentar una reducción de fondos. En el ámbito empresarial, el control de flujos migratorios también puede tener repercusiones significativas. Chamorro explica que la disminución de profesionales inmigrantes altamente calificados, provenientes de países como India y China, puede poner en riesgo la competitividad tecnológica y la innovación en la industria estadounidense, lo que a su vez podría afectar a socios comerciales y empresas tecnológicas en todo el mundo.
Para el sector público, privado y las organizaciones del tercer sector, la respuesta a estos desafíos debe ser el fortalecimiento de sus equipos con talento profesional bien preparado y adaptable. CEF.- Santo Domingo, una institución de referencia en educación superior y formación profesional continua, enfatiza la importancia de invertir en el desarrollo de habilidades técnicas, económicas y de liderazgo. Según Chamorro, “es imprescindible que las organizaciones en América Latina y Europa actúen de manera proactiva para mitigar los efectos de las nuevas políticas de Estados Unidos.” Además, resalta la necesidad de fomentar competencias en análisis económico global y en estrategias de gestión de crisis para poder abordar de manera efectiva las posibles alteraciones en los mercados y las relaciones internacionales.
La coyuntura actual representa una oportunidad para que empresas e instituciones públicas y del tercer sector no solo se preparen frente a la incertidumbre, sino también para que se posicionen como líderes resilientes en un mundo cada vez más interdependiente. La formación de talento profesional, bajo programas como los que ofrece CEF.- Santo Domingo, será fundamental para la toma de decisiones informadas y estratégicas que permitan enfrentar los desafíos del nuevo mandato presidencial en Estados Unidos.