China celebró este miércoles un imponente desfile militar en conmemoración del 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa. El evento tuvo lugar en la emblemática plaza de Tiananmén, en Pekín, y reunió a líderes de distintas partes del mundo.
Más de 20 jefes de Estado y representantes internacionales asistieron a la ceremonia, entre ellos el presidente ruso Vladímir Putin, el líder de Corea del Norte Kim Jong-un, y mandatarios de Cuba, Pakistán, Indonesia, Irán, Serbia, Eslovaquia, Bielorrusia, Kazajistán, entre otros países.
Previo al inicio del desfile, el presidente chino Xi Jinping y los líderes invitados compartieron un emotivo momento con los veteranos de guerra, estrechándoles la mano y reconociendo su papel decisivo en los combates de hace ocho décadas.
En su discurso inaugural, Xi Jinping expresó su “más profundo respeto a los veteranos, compañeros de armas, patriotas y generales que participaron en la guerra de resistencia contra los invasores japoneses”. Sus palabras fueron recibidas con aplausos y simbolizaron la gratitud de la nación hacia quienes defendieron su soberanía.
El desfile también fue una oportunidad para que el país asiático mostrara al mundo los avances más recientes en materia de defensa y tecnología militar. Entre ellos destacó la presentación de la tríada nuclear china, capaz de proyectar misiles a cualquier punto del planeta, lo que marcó uno de los momentos más relevantes de la jornada.
Además, se introdujeron tres nuevas ramas militares, que reflejan el proceso de modernización y diversificación estratégica del Ejército Popular de Liberación. Estas innovaciones evidencian el compromiso de China con su seguridad nacional y con el desarrollo de fuerzas armadas altamente capacitadas.
Uno de los espectáculos más impactantes fue el protagonizado por una escuadra aérea, que sobrevoló el cielo de Pekín portando las banderas de China, del Partido Comunista y del Ejército Popular de Liberación. El vuelo simbolizó la unión entre Estado, partido y fuerzas armadas.
A esta formación le siguió otra compuesta por 26 helicópteros, que dibujaron en el aire las cifras del 80.º aniversario de la victoria, ofreciendo un espectáculo visual cargado de simbolismo histórico y patriótico.
El evento no solo fue una exhibición de poder militar, sino también un gesto de diplomacia internacional, con la presencia de líderes que compartieron escenario junto a Xi Jinping y reafirmaron la importancia de la cooperación entre naciones.
La asistencia de figuras como Putin y Kim Jong-un reflejó los vínculos estratégicos que China mantiene con países aliados, al tiempo que envió un mensaje claro sobre la influencia regional y global del gigante asiático.
El desfile incluyó la participación de miles de soldados, organizados en formaciones impecables que recorrieron la plaza con disciplina y solemnidad. Cada división representó la diversidad y especialización del Ejército Popular de Liberación.
Los veteranos presentes fueron honrados con distinciones especiales, recibiendo el reconocimiento del gobierno chino y de los líderes internacionales que participaron en la jornada.
El 80.º aniversario de la victoria fue presentado no solo como un recordatorio del pasado, sino como un compromiso con la paz y la estabilidad mundial, destacando la importancia de aprender de la historia para construir un futuro más seguro.
Con este desfile, China consolidó una vez más su posición como potencia militar y diplomática, mostrando al mundo tanto sus capacidades defensivas como su intención de proyectar liderazgo en el escenario internacional.