Gerardo González: El Rey del Tráfico de Heroína y Cocaína en el Alto Manhattan
Desmantelamiento de una Poderosa Banda
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Los fiscales anti narcóticos de la ciudad de Nueva York revelaron que Gerardo González, un dominicano, era el líder del tráfico de heroína y cocaína en el Alto Manhattan. Tras una operación conjunta de la DEA y la policía local, se logró desmantelar una poderosa banda, resultando en la detención de otros cinco sospechosos.
Operación en el Alto Manhattan
Según los investigadores, González, junto a José Martínez, Eric Espinal, Sócrates Santana, Vance Hall y Xiongbin Zhao, operaban un lucrativo punto de venta en un edificio del Alto Manhattan, a tan solo dos cuadras del Museo de Historia Natural de Nueva York.
El Apartamento de la Madre de González
La fiscal especial anti narcóticos, Brigitte Brennan, informó que González convirtió el apartamento de su difunta madre en un importante centro de distribución de cocaína, llegando a vender hasta $300,000 en drogas en una semana en el edificio ubicado en la avenida Columbus en Manhattan.
Cargos y Acusaciones
Los cargos presentados incluyen Conspiración en Segundo Grado, Posesión Criminal de una Sustancia Controlada en el Primer y Tercer Grado, Posesión Criminal de Marihuana en Segundo Grado, Uso Criminal de Parafernalia de Drogas en Segundo Grado y Lavado de Dinero en Segundo Grado.
Operación Encubierta
Durante una investigación de ocho meses realizada por la DEA y la Policía Estatal de Nueva York, se observó a González realizando múltiples transacciones de cocaína fuera del edificio, incluso con su proveedor acusado, a solo dos cuadras del Museo Americano de Historia Natural.
Desenlace de la Operación
Tras una serie de intercambios de dinero, González fue detenido el 31 de enero. Un allanamiento posterior en su apartamento y en el de Espinal en El Bronx, resultó en la incautación de grandes cantidades de drogas, dinero en efectivo y parafernalia relacionada con las drogas.
Procesamientos y Resultados
González, Santana y Hall se declararon inocentes en sus procesamientos en la Corte Suprema de Manhattan. Mientras que Martínez, Espinal y Zhao aún esperan sus procesos legales.
Conclusión
El caso de Gerardo González demuestra que el tráfico de drogas puede infiltrarse en cualquier vecindario, incluso en zonas residenciales familiares. Las autoridades continúan trabajando para desmantelar estas operaciones ilegales y llevar a los responsables ante la justicia.