El monarca se ha comprometido este viernes a servir toda su vida a los británicos como lo hizo Isabel II, a quien ha calificado de «inspiración» y «modelo»
Por IÑIGO FERNÁNDEZ DE LUCIO
elcorreo.com
El nuevo rey de Inglaterra, Carlos III, ha querido en su primer discurso a la nación como monarca «honrar» la memoria de su madre, Isabel II, fallecida este jueves a los 96 años. «A mi querida mamá, que empieza su viaje para reunirse con mi padre, solo quiero decirle gracias por tu amor y tu servicio». «Que los ángeles en su vuelo te lleven al descanso», ha concluido su mensaje.
Previamente, con tono grave, el monarca se ha comprometido a servir toda su vida a los británicos como lo hizo su madre, a quien ha calificado de «inspiración» y «modelo». «Les renuevo hoy a todos ustedes esa promesa de servicio durante toda la vida», ha dicho Carlos III en un discurso televisado, en el que se ha comprometido también a defender «los principios constitucionales». «Serviré con lealtad
Carlos ha tenido también palabras para su mujer, Camila, que será proclamada reina consorte. «Cuento con la ayuda de mi querida esposa, Camila», ha indicado. «Sé que estará a la altura de la exigencias de su nuevo papel».
Asimismo, el nuevo soberano ha nombrado a su hijo Guillermo príncipe de Gales, título que él mismo ha ostentado durante 64 años. «Me enorgullezco de otorgar el título de príncipe de Gales, con Kate a su lado. Sé que seguirán ayudando a prestar la ayuda donde es necesario».
También ha expresado su «amor» por el príncipe Enrique y su esposa Meghan, en el foco de la polémica en los últimos años por, entre otras cosas, su decisión de renunciar a los privilegios reales.
Carlos III se ha desplazado esta mañana a Londres desde el palacio de Balmoral, en Escocia, una vez transcurridas las doce horas preceptivas de luto por la muerte de Isabel II. Carlos y Ana han sido los únicos familiares que llegaron a la residencia favorita de quien gobernó el país durante siete décadas a tiempo de despedirse de la reina. Los otros vástagos, Andrés y Eduardo, y sus nietos, Guillermo y Enrique, no consiguieron ganarle la batalla al reloj. Entre el instante en que los médicos anunciaron que la soberana se encontraba «bajo supervisión médica» hasta el instante en que el Palacio de Buckingham anunció que había fallecido «apaciblemente» en su residencia veraniega transcurrieron solo seis horas.
Reunión con Truss
Previamente se ha reunido con la primera ministra, la conservadora Liz Truss. La imagen de Carlos III y Liz Truss dialogando por primera vez en sus nuevas responsabilidades ante el país resulta notablemente singular. Los dos afrontan un periodo cargado de incertidumbre y retos. Carlos III ocupará el mismo espacio institucional que su madre, pero su popularidad es bastante inferior y se verá abocado a las inevitables comparaciones y juicios de valor.
Por su parte, la primera ministra es consciente de que se enfrenta también, como el nuevo monarca, a un país en cambio, con una fuerte transformación generacional y, sobre todo, inmerso en multitud de protestas a causa de la crisis. Lejos de aquel país vigoroso de 1926, éste es el Reino Unido de la crisis energética, la inflación y el Brexit, sobre el que Liz Truss trata de gobernar con un primer anuncio de que hará un desembolso histórico de 115.000 millones de euros para frenar los precios del gas y la electricidad y evitar el ingreso de millones de británicos en situación de pobreza energética.