Calificándolo de “demonio borracho”, los fiscales y la policía de la ciudad de Lawrence en Massachusetts, acusaron al conductor boricua Pedro Nieves por la muerte de la dominicana Gabriela Hernández en un brutal accidente donde ella quedó destrozada luego que el vehículo que abordaba se partiera en dos y se prendiera en fuego.
Una prima de Hernández que conducía el carro quedó grave, pero logró superar la etapa crítica en el Hospital General de Boston y sigue recuperándose mientras los restos de Gabriela fueron repatriados y sepultados en la República Dominicana.
La colisión, que la policía describió como pocas veces vista, se produjo el 29 de abril, cuando Nieves manejaba a 100 millas por hora (mph), borracho y “en modo de demonio”, según los fiscales.
Nieves, fue acusado formalmente esta semana en la Corte Superior del Distrito de Lawrence por cargos de homicidio vehicular mientras conducía bajo la influencia del alcohol, manejar ebrio causando lesiones corporales graves, asalto y agresión con un arma peligrosa, exceso de velocidad y no detenerse o ceder el paso, después que fue arrestado el jueves de la semana pasada tras una intensa búsqueda de la policía estatal y policías locales de Lawrence durante casi dos meses.
Las pruebas del alcoholímetro muestran que Nieves tenía un nivel de 17 en su sangre que es el doble del límite legal, dijeron la policía y los fiscales.
En la presentación de los cargos, el Ministerio Público detalló que Nieves, “borracho y en modo demonio”, hizo explotar el carro Acura RL que conducía en un semáforo en rojo antes de chocar un Honda Civic a más de 100 mph y romper el auto pequeño por la mitad, dicen los investigadores.
Hernández, era una madre de 24 años con dos niños pequeños, y varios otros quedaron heridos algunos graves.
El juez del caso, Mark Sullivan ordenó que Nieves quedara preso sin derecho a fianza luego de la lectura de los cargos.
Policías estatales entrenados para encontrar y arrestar a fugitivos violentos localizaron y arrestaron a Nieves el jueves por la mañana.
Los reportes de los investigadores detallan la intensidad del brutal accidente en la intersección de la calle South Union y la avenida Winthrop.
“Todas las unidades disponibles respondieron y cuando llegué a esta intersección de cinco vías, observé una escena de accidente muy horrible, con dos vehículos, un Honda Civic y el Acura totalmente destruidos. El Honda fue cortado por la mitad y eran obvias las heridas graves de varias de las víctimas, incluida una muerte”, reveló el sargento de la policía de Lawrence. Michael Simard, supervisor de patrulla esa mañana y un investigador especializado en accidentes.
Simard señaló que los bomberos estaban usando dos juegos de herramientas hidráulicas “Jaws of Life” (Tiburones de Vida) para sacar a las personas atrapadas de los dos vehículos.
El primer oficial en la escena encontró el Honda Civic cortado por la mitad, con la parte trasera del automóvil tirada a 100 pies de distancia en el estacionamiento de una tienda de conveniencia.
La conductora del Honda, una mujer de Lawrence de 20 años quedó atrapada en el asiento del conductor y luego fue trasladada por un médico a un hospital de Boston. Hernández, fue declarada muerta en la escena, dijo la policía.
Nieves y sus dos pasajeros, Brandon Wiggins, de 29 años y Jonathan Vega de 31, también resultaron heridos. Después de ser rescatado de los escombros, ofreció a los transeúntes $1,000 dólares para quien alguien lo sacara de la escena del accidente y lo llevara a algún lugar.
Dijo que entró en pánico y tenía miedo
Momentos después del accidente, la policía pudo revisó videos de seguridad en cámaras de la ciudad y las imágenes revelaron claramente que el Acura viajaba a una velocidad muy alta, hacia el sur por la calle South Union, el conductor violó la luz roja del semáforo en rojo y chocó contra el lado del pasajero del Honda, que se desplazaba hacia el este por la avenida Winthrop en la intersección.
“Las secuelas del accidente fueron horribles, ya que la fuerza del Acura partió al Honda en pedazos, matando a la pasajera. Al Honda le correspondía la luz verde y parecía que las señales de tráfico en esa intersección funcionaban correctamente, explicó el sargento.
La policía obtuvo evidencia en video que muestra a Nieves entrando en el Acura a las 12:19 de la madrugada y alejándose. Cuatro minutos después, ocurrió el accidente en la intersección.
Los detectives estimaron que la velocidad de Nieves superaba las 100 mph, dijo la policía.
y le dijo a los policías que recordaba cuando conducía por la calle en South Union antes del accidente.
Vega testificó que le dijo a Nieves que redujera la velocidad, pero aceleró y despegó a toda velocidad. “Pero ya era demasiado tarde, se estrellaron”, añadió Vega.
Wiggins ofreció un relato similar diciendo que Nieves lo pisó y entró en modo demonio. Le gritó que redujera la velocidad y vio la luz roja. Para entonces ya era demasiado tarde, se estrellaron. Además, Wiggins dijo que luego recuerda que lo sacaron por la ventana del lado del pasajero del automóvil.
La mañana del accidente, Hernández se dirigía a un restaurante Wendy’s en la avenida Winthrop para comprar comida con un amigo mientras su esposo, Darwin Hernández, estaba en la República Dominicana con sus hijos, de 2 y 3 años.
Gabriela era una excelente cocinera y había perfeccionado muchos platos dominicanos.
Nieves tendrá que regresar a la corte el 24 de junio para una audiencia para determinar si representa un peligro para sí mismo o para los demás.
El abogado defensor Eric Salach representó a Nieves en la lectura de cargos el jueves y explicó que Nieves probablemente enfrentará una acusación por los cargos por parte del gran jurado del condado de Essex. Si es procesado, su caso se trasladará a un tribunal superior y se le designará a otro abogado defensor.
En una recaudación de fondos abierta en GoFundMe por la hermana de Gabriela, Elizabeth A. Hernández, los donantes aportaron $15.823 de una meta de $20.000 que la familia para los funerales y el transporte del cuerpo a la República Dominicana.
Por Miguel Cruz Tejada