La bandera dominicana despuntó el fin de semana en el resurgimiento de Times Square el centro turístico de mayor atracción de la ciudad, conocido como “La Encrucijada del Mundo”, y donde miles regresaron para disfrutar de la efervescencia del ambiente en la fase post pandémica (https://youtu.be/zEQZNlBE4-Q).
La banderita dominicana permanece en un puesto de ventas de Hot Dogs, salchichas, sándwiches y refrescos, ubicado en la calle 43 y la avenida Séptima a pocos metros del consulado dominicano.
El empleado de turno de origen árabe y que no habla español, le dijo a este reportero que el puesto es propiedad de un dominicano que no identificó y que se estaba libre el sábado, por lo que la entrevista con el emprendedor criollo tuvo que ser reprogramada.
Inmigrantes que se la buscan en Times Square con disfraces de famosos personajes infantiles como Mickey Mouse, Transformers, Hulk y Elmo, entre muchos otros, se mostraron alegres por la reapertura, debido a que ellos cobran $10 dólares por hacerse fotos con los turistas y otros visitantes que acuden a la plaza.
La histórica plaza que abarca numerosas cuadras que incluyen las avenidas Broadway, Séptima y Octava bordeando las calles 50, 49, 48, 47, 46, 45, 44, 43 y 42, hasta el terminal de trenes y autobuses “Bus Terminal Port Authority” en la Octava Avenida y calle 42, se redujo a una zona virtualmente fantasma durante los aciagos días de la pandemia, siendo cobija de desamparados, adictos y delincuentes.
En 2020, año de COVID – 19, la nostalgia y frustración invadió al mundo cuando el espectáculo de fin de año que concentra a millones en Times Square y su bola de cristal para recibir el año nuevo, tuvo que realizarse virtual.
La seguridad que es propia de la corporación que maneja Times Square desapareció y muy poco patrullaje se veía en el área, forzando al cierre total en algunos casos y parcial en otros de todos los negocios y centros de lujo como las tiendas de grandes cadenas, Macy´s, Old Navy, Gap, Marshalls, Hard Rock Café, pizzerías, hoteles y restaurantes cinco estrellas.
El consulado general dominicano ubicado en el edificio Paramount en la Séptima Avenida casi con calle 43, también se vio drásticamente afectado por el poco flujo de usuarios.
Pero desde el sábado, Times Square comenzó a lograr su resurgimiento aunque la mayoría de sus famosos teatros como Play Station, Ambassador, Brooks Atkinson, Eugene O´Neil, Hudson, Asterdam y Musci Box, donde se presentan obras mundialmente afamadas como “El Fantasma de la Opera”, el musical “Chicago” y “Lion King”, siguen cerrados o en remodelación aprovechando la pausa pandémica.
La estación de los trenes A, D y C que conduce desde la calle 43 hasta el Alto Manhattan, también está recuperando su flujo de pasajeros después que el horario se normalizó al aplanarse los estragos de la pandemia.
LA HISTORIA
Times Square es una de las atracciones turísticas más visitadas del mundo, con un estimado de 60 millones de turistas al año.
Aproximadamente 330.000 personas pasan a través de Times Square diariamente, muchos de ellos turistas, mientras que sobre 460.000 peatones caminan por su perímetro en los días de más tránsito.
Anteriormente conocido como Longacre Square, Times Square fue renombrado en 1904 después de que el periódico The New York Times trasladó su sede al entonces recién inaugurado edificio Times Building, que ahora es el 1 de Times Square (One Times Square).
El primer recibimiento del año nuevo se realizó el 31 de diciembre de 1907, y continúa atrayendo a más de un millón de visitantes a Times Square cada año.
Times Square funciona como un cuadrado de la ciudad, pero no tiene esa forma. Es un triángulo meridional sin ningún nombre específico aunque originalmente se le bautizó como triángulo norteño “Duffy Square”.
Fue dedicado en 1937 al capellán de la Primera Guerra Mundial, padre Francis P. Duffy, integrante del 69º Regimiento de Infantería de Nueva York a quien se le erigió un monumento en su honor.
Hay también una estatua del compositor y del animador George M. Cohan y la taquilla de TKTS para los teatros de Broadway.
Por Miguel Cruz Tejada