Reynaldo Peguero
Ni siquiera la emblemática alcaldía de Jorge Gobaira del 1962 (Unión Cívica) y el presidente Juan Bosch (PRD), convergieron en acciones. 62 años después, en este año 2024, acontece en Santiago, una concurrencia de fuerzas con capacidad resolutiva de impacto inmediato.
Luis Abinader y Ulises Rodríguez tienen potencialidad para rescatar el alto sentido de gobernanza que debiera primar entre gobierno nacional y ayuntamiento en Santiago.
Joaquín Balaguer (PRSC) no coincidía con sus alcaldes y prefería ejecutar directamente en Santiago, sus obras. Leonel Fernández (1996-2000), no tuvo alcaldes de su propio partido. Hipólito Mejía (PRD) y el alcalde Héctor Grullón Moronta, duraron dos años sin entenderse (2000-2002).
Nos consta que José Enrique Sued, tres veces alcalde (1994-1998; 2002-2006 y 2006-2010), con la inteligencia que le caracterizaba, realizó giros tácticos para coincidir en proyectos, con los tres presidentes que le correspondieron. Nunca fue priorizado como se merecía. Es decir Joaquín Balaguer, Hipólito Mejía y Leonel Fernández, tuvieron por encima del ayuntamiento, sus agendas en Santiago.
Gilberto Serulle del PLD, (2010-2016), triunfó por arriba de decisiones partidarias; por eso no fue apoyado por Leonel Fernández y a medias por Danilo Medina. Sólo la capacidad ejecutiva de Abel Martínez (2016-2020 y 2020-2024), logró que el presidente Medina atendiera varias de sus necesidades.
Las causas reales de estas malquerencias que afectaron a Santiago son conocidas. Sanamente nos interesa que Gobierno y Ayuntamiento gesten unidos sus proyectos. Que esta ciudad se transforme en una metrópolis modelo que derrame urbanismo verde, riqueza, nuevas empresas y empleos por todo el Cibao.
Sin poner un block, un gobierno aliado al ayuntamiento cumple el principal proyecto de gobernabilidad del Plan Estratégico Santiago 2030: lograr un régimen articulado de administración pública que potencie el impacto de la inversión pública y eleve la calidad de vida de todos.
Los potenciales proyectos de Luis Abinader y Ulises Rodríguez podrían ser: i) Apoyar la eficiente conclusión del monorriel y teleférico con corredores y transporte colectivo; ii) Intervenir 30% de 1,543 km de vías; reconstruir aceras arborizadas para que sean caminables y recibir 50 nuevos semáforos; iii) Reestructurar Hospedaje Yaque e iniciar Merca Cibao; iv) Concluir nueva sede de bomberos; v) Cerrar Rafey y construir un relleno intermunicipal, donando al Ayuntamiento 10 camiones compactadores.
Igualmente: vi) Rescatar el arroyo Guazumal-Pontezuela arborizando y colocando el colector 10; y vii) Concluir intervención del centro histórico y relanzar su consejo.
A partir del próximo 24 de abril con la nueva gestión municipal, deberíamos firmar un segundo convenio de gestión entre Presidencia, Alcaldía y Compromiso Santiago. Todos deberíamos estar en eso.