La reconocida activista dominicana Jackeline de Luna denunció que fue asaltada por un indigente en el vagón de un tren de la línea A cuando viajaba de Manhattan a Brooklyn para visitar a su hijo el pasado martes a las 10: 30 de la mañana.
Relató que cuando el tren se detuvo en la estación de la avenida Nostrand donde con había cuatro pasajeros apareció un hombre que describió como “bien sucio y con los mocos afuera” que estaba pidiendo dinero y se acercó a un viajero que rehusó cooperar con el indigente.
“Después que el hombre lo rechazó, vino a donde mí y tampoco le hice caso, diciéndole en inglés que yo tenía dinero, volvió donde mí, se me tiró encima, llorando y desesperado y cogió mi cartera”, agregó de Luna.
Narró que un hombre la auxilió interponiéndose entre el ladrón y ella para que el indigente le devolviera la cartera en la que de Luna tenía $11 dólares.
“Sacó los 11 dólares que yo tenía en la cartera “, dijo.
“Fue una cosa horrible”, añadió contando que el buen samaritano logró quitarle la cartera al indigente que aparentemente estaba pidiendo dinero para comprar drogas.
“El otro muchacho se metió en el medio para salvarme de él, porque parece que lo quería era drogas”, explicó la activista.
Reveló que no había policías en los vagones ni en la estación del tren.
Relató que tuvieron que salir corriendo del vagón hasta detenerse a dos paradas de distancia, en la intersección de las avenidas Broadway y Johnson, donde hay una estación de policía.
“Hablé con los policías quienes me preguntaron que, si quería hacer el reporte, lo que quise hacer porque era un hombre mayor, enfermo y desesperado que lo quiere es drogas. Están matando a la gente en los trenes para robarles”, sostuvo de Luna.
Acusó a los políticos de Nueva York de mantenerse indiferentes ante la situación de criminalidad y delincuencia en las estaciones de los trenes y las calles de la ciudad.
“Ellos deben trabajar junto al alcalde Eric Adams para paliar la situación, la que los policías me dijeron que no está fácil”, agregó.
Calificó de increíble la situación porque los pasajeros no pueden montarse tranquilos.
“En los vagones no hay donde sentarse porque los indigentes y adictos usan los asientos como camas para dormir. Una persona así lo que está es enferma”, precisó.
“Hay que hacer algo, hay que ayudar al alcalde, la comunidad tiene que tirarse a las calles para cooperar contra esa situación que se le está yendo de las manos”, indicó.
“Esto no puede pasar, hay que recoger a todos esos enfermos de los trenes y ponerlos en manos de sicólogos y especialistas que los traten”, señaló de Luna.
La activista que se desempeña como “paralegal” en el área de inmigración y ha trabajado con varios oficiales electos y candidatos locales.
“El alcalde no tiene la culpa, él acaba de entrar y tenemos que darle la oportunidad. A los policías también tenemos que ayudarlos porque aquí, no los respetan”, dijo.
Por Miguel Cruz Tejada