Desde el primer día en que inició su gestión al frente del Ayuntamiento de Santiago, el alcalde Abel Martínez, al cumplir cinco años en el puesto no ha tenido vacaciones y se ha mantenido trabajando de forma ininterrumpida, llevando soluciones a los múltiples problemas que encontró a su llegada.
La situación de todo el municipio, era realmente catastrófica, por lo que Martínez tuvo que dedicarse a trabajar sin pausa para poder encarar los más acuciantes males que tanto afectaban al municipio, como regularizar la limpieza y la recogida de los desechos sólidos que se producen diariamente, establecer el orden, recobrar el esplendor de la ciudad y devolverle el orgullo a los santiagueros.
Santiago vivía cubierto de humo permanente, fruto del manejo inadecuado del Vertedero de Rafey, lo que causaba danos en la salud de los munícipes, los hospitales registraban altos niveles de personas afectadas por enfermedades respiratorias y una gran incidencia en leptospirosis por la presencia de ratas por toda la ciudad, además abundantes casos de dengue y otras afecciones.
Parques abandonados, cementerios sumidos en la inseguridad y el desorden, mercados desorganizados y sin ningún tipo de regulación, así como la desconfianza por parte de la población en esos centros de expendio, que una vez intervenidos devolvieron la confianza a la población, cuya salud estaba completamente amenazada
Abel Martínez, además de alcalde, se ha convertido en el principal y único supervisor de su propia gestión, labor que realiza todos los días, desde muy temprano en la mañana y hasta altas horas de la noche y nunca se acuesta sin tener un reporte completo del trabajo realizado por las distintas brigadas que trabajan para la ciudad.
En su primera gestión 2016-2020, Abel Martínez, solo se ausentó de la ciudad y el país en una sola ocasión, cuando hizo un viaje de dos o tres días a la ciudad de New York, atendiendo una invitación del congresista de origen dominicano Adriano Espaillat y un grupo de exitosos empresarios criollos que tienen negocios en la gran urbe.
Abel Martínez, es un alcalde sin vacaciones, todo el tiempo lo emplea para hacer frente a todos los problemas que se generan en una ciudad como Santiago y que, con su entrega y dedicación, ha logrado convertir el municipio, en un referente a nivel de toda la República Dominicana.
La impecable limpieza que hoy exhibe Santiago, es fruto de la entrega y dedicación de su alcalde, que nunca ha dado la espalda a su responsabilidad como ejecutivo municipal, que ha trabajado sin pausa, aun en medio de tormentas y en los momentos más difíciles que hemos vivido, como ha sido todo el proceso de la pandemia del coronavirus Covid-19, siendo el primer alcalde del país, que se declaró en alerta permanente, manteniendo una campaña de orientación a toda la población.
Nuevos parques, casas clubes, centros comunitarios, modernas instalaciones deportivas en diferentes barrios y urbanizaciones, construcción de aceras, contenes, badenes, peatonales, muros de gaviones, perfilado y relleno de calles en diversas comunidades y asfaltado de acalles, entre otras muchas obras, dando cumplimiento al Presupuesto Participativo, dando estricto cumplimiento a los procesos de Compras y Contrataciones Públicas.
Calles, avenidas y espacios públicos limpios, parques completamente rescatados, cementerios limpios, en orden y seguros, mientras los mercados generan confianza, logros que se sustentan en la clara política de un alcalde que siempre está presente, porque es un hombre que cree en las acciones, que da poca importancia a las teorías y que se preocupa sobre todo por una ciudad amigable e incluyente.
Las grandes conquistas de los santiagueros en estos últimos cinco años, son el más fiel y mejor testimonio de que estamos ante un alcalde que ha cumplido con el sagrado compromiso que asumió con su municipio, siendo sin duda, el alcalde mejor valorado del país.