La jornada electoral celebrada este domingo en Honduras ha entrado en una fase decisiva marcada por la incertidumbre, después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) retrasara la entrega de los primeros resultados oficiales, generando reclamos y nerviosismo entre los candidatos y la ciudadanía.
Según los datos preliminares conocidos hasta el momento, Nasry Asfura encabeza la votación con un 40.6%, seguido por el candidato liberal Salvador Nasralla con 38.8%. En un distante tercer lugar se sitúa Rixi Moncada, del partido oficialista Libre, con 19.6%, lo que evidencia un fuerte retroceso del movimiento fundado por Manuel Zelaya.
La demora en el conteo provocó que los aspirantes presidenciales denunciaran públicamente la falta de información oportuna. “No tengamos al país en espera, en ascuas”, expresó Asfura en un comunicado en redes sociales.

Mientras tanto, Nasralla apeló al discurso religioso que caracteriza su política: “Dios cuide la voluntad del pueblo, nos libre de todo intento de fraude y nos guarde firmes hasta el último momento”, publicó en su cuenta de X.
La tensión fue aumentando a medida que los partidos comenzaron a difundir resultados a boca de urna que daban por ganador a su propio candidato, antes de que existiera una confirmación oficial del CNE.
Rixi Moncada aseguró que su organización manejaba reportes favorables en todo el país: “Estamos ganando las elecciones”, afirmó ante sus seguidores, pese a que el conteo oficial no avalaba esa versión.
Nasralla también se proclamó vencedor asegurando que obtendría el 50% de los sufragios, una declaración que fue recibida con cautela por analistas y observadores internacionales.
El CNE insistió en que será la revisión de actas la que determine el resultado final, en un proceso que involucra la decisión de más de 6.5 millones de hondureños habilitados para votar.
Más allá del resultado presidencial, también se definen este domingo 128 escaños en el Congreso Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano, lo que vuelve la elección aún más estratégica.
La polarización marcó el voto entre quienes respaldan la continuidad del actual gobierno que encarna Moncada, y quienes buscan un giro hacia la derecha con Nasralla o Asfura como opciones principales.
En esta contienda han influido también mensajes provenientes del extranjero. El expresidente estadounidense Donald Trump ha expresado su apoyo a Asfura en repetidas ocasiones.
Trump incluso ha prometido indultar al expresidente Juan Orlando Hernández —del mismo partido de Asfura— actualmente condenado en Estados Unidos a 45 años de prisión por narcotráfico.
El presidente argentino Javier Milei también ha manifestado simpatía hacia Asfura, una señal de que el desenlace electoral hondureño ha despertado atención geopolítica internacional.
La expectativa recae ahora en el papel del CNE, que deberá transparentar cada etapa del conteo para evitar que las denuncias de fraude derivan en una crisis mayor.
Por el momento, la población hondureña permanece atenta al desenlace de un proceso que definirá el rumbo político de la nación centroamericana en los próximos cuatro años.
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