Por Pablo Vicente
Después de un largo proceso de discusión y debate que inicio desde el Consejo Económico y Social (CES), elaboración y presentación de propuesta por parte de la JCE, conocimiento y aprobación en el Senado de la república y debido a que la legislatura que empezó el 16 de agosto del año pasado culminaba a principios de este mes de enero, fue que se procedió mediante decreto a extender la legislatura hasta el 15 de febrero y finalmente desde la Cámara de Diputados se convirtió en Ley el proyecto de Régimen Electoral, esperando solamente del poder ejecutivo para su promulgación.
Indiscutiblemente, era una necesidad la reforma de la ley electoral en vista de que fue necesario poder adecuar la legislación vigente, debido a que como consecuencia de varias sentencias tanto del Tribunal Constitucional, Tribunal Superior Electoral y del Tribunal Superior Administrativo, varios artículos de la referida ley se habían declarados inconstitucionales.
En esencia, la referida ley tiene por objeto regular el ejercicio del derecho de ciudadanía de elegir y ser elegibles, así como el procedimiento y desarrollo del proceso electoral para la conformación del Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y la elección de las autoridades municipales.
La nueva ley que entraría en vigencia a partir de la promulgación por parte del ejecutivo trae consigo la regulación de las alianzas de los partidos políticos, se fortalece la función administrativa de los comicios y el funcionamiento y competencias de la Junta Central Electoral como máximo ente responsable de la organización de las elecciones y se castiga con una multa de tres veces los gastos a los candidatos a cargos electivos que excedan el tope del gasto en campaña en un 5%, la nueva ley fortalecería el rol de la Junta Central Electoral (JCE) para garantizar derechos políticos, crearía una Procuraduría Especializada para Perseguir Delitos y Crímenes Electorales, además se contempla una distribución 60-40 en la distribución de candidaturas entre hombres y mujeres, así como el voto manual con escrutinio automatizado.
En definitiva, el nuevo marco legal representa un avance significativo en materia electoral, sin embargo, hay elemento que debieron ser considerado como los es el transfuguismo y la participación equitativa de las mujeres según circunscripciones electorales por solo citar dos elementos.
Esperemos que el ejercicio practico de la nueva ley nos sirva para fortalecer el estado de derecho y sobre todo el sistema de partidos en la República Dominicana.
