Desde Shanghai hasta Beijing, han estallado protestas en toda China en una rara muestra de disidencia contra el gobernante Partido Comunista causada por la ira por la política cada vez más costosa de cero covid del país.
A medida que aumentaba el tamaño de las manifestaciones en varias ciudades importantes durante el fin de semana, también aumentó la variedad de quejas expresadas, y algunos pidieron mayor democracia y libertad.
Entre los miles de manifestantes, cientos incluso han pedido la destitución del líder chino Xi Jinping, quien durante casi tres años ha supervisado una estrategia de pruebas masivas, confinamientos mantenidos con la fuerza bruta, cuarentena forzada y seguimiento digital que ha tenido un costo humano y económico devastador.
Esto es lo que sabemos.
¿Por qué protestan en China?
Las protestas fueron causadas por un incendio mortal el jueves pasado en Urumqi, la capital de la región occidental de Xinjiang. En el incendio en un edificio de apartamentos murieron al menos a 10 personas y nueve más resultaron heridas, lo que disparó la furia pública después de que videos del incidente parecieran mostrar que las medidas de confinamiento habían retrasado la llegada de los bomberos hasta las víctimas.
La ciudad estuvo confinada durante más de 100 días, los residentes no pudieron salir de la región y muchos se vieron obligados a quedarse en casa.
Los videos mostraron a los residentes de Urumqi marchando hacia un edificio del gobierno y cantando por el fin del confinamiento el viernes. A la mañana siguiente, el gobierno local dijo que levantaría el confinamiento por etapas, pero no brindó un marco de tiempo claro ni abordó las protestas.
Eso no logró sofocar la ira pública y las protestas se extendieron rápidamente más allá de Xinjiang, y los residentes de ciudades y universidades de toda China también tomaron las calles.
¿Dónde están ocurriendo las protestas?
Se han reportado protestas en todo el país.
Hasta ahora, CNN ha verificado manifestaciones en al menos 16 lugares en todo el país, incluidas dos de las ciudades más grandes de China, la capital Beijing y el centro financiero Shanghai.
El sábado en Shanghái, cientos de personas se reunieron para una vigilia con velas en la calle Urumqi, llamada así por la ciudad de Xinjiang, para llorar a las víctimas del incendio. Muchos levantaron hojas de papel en blanco, una protesta simbólica contra la censura, y corearon: “Se necesitan derechos humanos, se necesita libertad”.
Algunos también le gritaron a Xi que “dimitiera”, y cantaron La Internacional, un himno socialista utilizado como llamado a la acción en manifestaciones en todo el mundo durante más de un siglo. También se usó durante las protestas a favor de la democracia en la Plaza de Tiananmen en Beijing antes de una brutal represión de las tropas armadas en 1989.
Las políticas de cero covid de China se han sentido de manera particularmente aguda en Shanghái, donde un confinamiento de dos meses a principios de este año dejó a muchos sin acceso a alimentos, atención médica u otros suministros básicos, sembrando un profundo resentimiento público.
Para el domingo por la noche, las manifestaciones masivas se habían extendido a Beijing, Chengdu, Guangzhou y Wuhan, donde miles de residentes pidieron no solo el fin de las restricciones de covid, sino de forma más notable, libertades políticas. Los residentes de algunos barrios confinados derribaron las barreras y salieron a las calles.
También se produjeron protestas en los campus universitarios, incluidas las prestigiosas instituciones de la Universidad de Beijing y la Universidad de Tsinghua en Beijing, y la Universidad de Comunicación de China, Nanjing.