Un estudio publicado en la revista Nature detalla cómo un grupo de científicos hackearon los cerebros de unas moscas para controlar sus alas de forma remota, un pequeño avance para que, en un futuro, los cerebros humanos puedan ser controlados de la misma forma.
El autor principal de la investigación, Jacob Robinson, de la Universidad Rice en Houston, Texas, ofreció detalles sobre lo que hizo con sus colegas, en declaraciones citadas por el sitio web de La Razón.
“El control remoto de circuitos neuronales es algo así como un santo grial para las neurotecnologías. Nuestro trabajo da un paso importante hacia ese objetivo porque aumenta la velocidad del control magnético remoto, acercándolo a la velocidad natural del cerebro”, explica Robinson.
El trabajo o la tecnología desarrollada por los expertos activa los circuitos neuronales unas 50 veces más rápido que cualquier otra. Con ello, lograron hackear el cerebro de las moscas.
Desarrollo del estudio
Robinson, acompañado por especialistas en ingeniería genética, nanotecnología e ingeniería eléctrica, creó moscas genéticamente modificadas que expresan un canal iónico en su cerebro sensible al calor. Al estimular ese canal, los insectos extendían sus alas.
Inyectaron en el cerebro de las moscas nanopartículas magnéticas de óxido de hierro, que se calientan rápidamente en presencia de una carga magnética. Al encender un campo magnético, pudieron calentar esas nanopartículas de óxido de hierro y, a su vez, esos iones específicos de alas sensibles al calor.
El resultado: el despliegue de las alas. Los expertos solo necesitaron apretar un botón, durante medio segundo, para lograrlo.
Los investigadores tienen la esperanza de que este nuevo éxito con células dirigidas genéticamente permita en un futuro estudiar la función del cerebro humano y controlarlo. Podría resultar en el hallazgo de nuevos tratamientos pra enfermedades neurológicas y en la fabricación de nuevos dispositivos de comunicación cerebro-máquina.