China y Rusia, junto a los demás países desarrollados, socialistas o capitalistas, -no importa- no pueden permitir que la República Socialista de Cuba sucumba ante las agresiones constantes de Estados Unidos. Todos los pueblos amantes de la libertad y la soberanía tienen que acudir solidariamente en ayuda de Cuba dándole lo que Estados Unidos le niega para que crezca y se desarrolle. Con los más de 200 mil millones de dólares que ha costado el bloqueo, Cuba fuera sin duda el país más desarrollado de toda América Latina. ¡No tengo dudas! ¡Fuera el Singapur de América!
Estados Unidos tiene más de 60 años impidiendo que la pequeña Cuba se desarrolle con un bloqueo económico, político y cultural, criminal, impidiendo que a la isla lleguen materiales científicos y tecnológicos, aparatos electrónicos de última generación, medicamentos, equipos médicos, automóviles, piezas de reparación, alimentos, etc., etc., etc.
Pese al bloqueo, los sabotajes, agresiones, espionaje, incursiones clandestinas militares, pero a todo, el pueblo cubano se ha mantenido firme, de pie en la trinchera del honor defendiendo su revolución y los innegables avances que ha logrado. Ha sido una verdadera osadía, una lucha titánica, espartana, la que ha mantenido el heroico pueblo de José Martí, de Fidel, del Che y de miles de combatientes que han dado su vida por defender su libertad y su independencia. Fruto de la intervención burda y descarada del imperialismo, los cubanos han pasado toda clase de vicisitudes. El bloqueo ha sido inhumano. Pero el pueblo se mantiene firme a pesar del hambre, de la pobreza compartida y de la miseria impuesta como condena.
La mayoría de los países agrupados en las Naciones Unidas han votado una y otra vez contra el bloqueo. Sin embargo, Estados Unidos viola sistemáticamente todas las resoluciones y arremete con cada vez más fuerza contra el gobierno y el pueblo cubano. Su arrogancia y su petulancia, fruto de su poder militar y político, no le permite darse cuenta del error y continúa hacia adelante en su lucha contra un pueblo como el cubano que no representa ningún peligro para la región.
En estos momentos, como suele ocurrir cada cierto tiempo, Estados Unidos usa su poder mediático, económico, militar y político para intentar aislar y desacreditar al gobierno mediante campañas falsas de violaciones a los derechos humanos. Patrocina “protestas” para generar inestabilidad y gobernabilidad. Pero otra vez fracasará. La unidad del pueblo alrededor del Partido Comunista será determinante.
Hoy más que nunca sigue siendo válida la expresión de Fidel Castro: “Dentro de la revolución, todo; fuera de la revolución, nada”. El derecho de la revolución es inalienable, es el mismo derecho del pueblo. La revolución no la hicieron Fidel, Raúl, Camilo, Che y los demás que desembarcaron en el Granma, la revolución la hizo el pueblo harto de ver su nación convertida en un estercolero de las mafias estadounidenses dirigido por un dictador como Batista, ladrón, lambón, asesino y analfabeto, sin luces, un cobarde que se vio obligado a huir hacia la República Dominicana donde su colega Trujillo, también, asesino, ladrón y analfabeto lo esperaba.
El bloqueo de Estados Unidos hacia cuba tiene que ser combatido no sólo por los cubanos, tiene que ser rechazado por todos los países del mundo, principalmente por China, Rusia, México, Venezuela, la Unión Europea y todos los demás. No pueden permitir que el tiburón del norte engulla a Cuba como una sardina. Hay mil razones para que Cuba sobreviva al bloqueo, en cambio, no hay una sola razón para que desaparezca. Cuba está abierta al mundo, el mundo debe estar abierto y dispuesto para ayudar a Cuba.
La crisis mundial generada por la pandemia del coronavirus ha puesto de manifiesto la grandeza y fortaleza ética y moral del régimen cubano enviando a otros países, incluso desarrollados como Italia, médicos y personal paramédicos. Prácticamente sola Cuba enfrenta la pandemia de la COVID con bastante éxito. Y ahí está, dando ejemplos de buena voluntad y del carácter profundamente humano de su revolución.
¡Con Cuba siempre! ¡Patria o muerte! ¡Coño!
Por JUAN T H