Mientras clamaban por auxilio las dominicanas Belkys Cruz y Jaslynn Peña, eran brutalmente asesinadas en el apartamento 3H en el edificio 9 de la avenida Sherman ayer martes en la mañana, cuando Kelvin Valdez las acuchillaba brutalmente en sus cuellos y pechos, testimoniaron vecinos de la escena a medios locales anoche.
Valdez, de 27 años era el novio de Peña, de 32 y Cruz (51) le rentaba una habitación de su apartamento después que ella le dijo que su pareja la asediaba y la amenazaba con matarla.
Se desconoce si Valdez mató a Cruz por haber intervenido o mediado para tratar de evitar que el hombre asesinara a Peña o para eliminarla como testigo.
Vecinos de la escena crimen, dijeron que escucharon gritos pidiendo ayuda, pero la puerta estaba herméticamente cerrada, por lo que acudieron al superintendente dominicano del edificio, Salvador Cruz, quien fue a tocar.
Relató que cuando llegó había sangre manando por debajo de la puerta principal del apartamento, tocó y una voz desde el interior le dijo que todo estaba bien.
Entonces, Cruz le preguntó a la voz que era la de Valdez, que, si todo estaba bien, que abriera la puerta para asegurarse de que era así.
Pero mientras la policía subía al tercer piso, Valdez escapó por una de las escaleras de incendio que dan a la calle y solo logró llegar a una cuadra, donde fue interceptado por los agentes, mientras intentaba resistirse, dijo José Pérez, que trabaja en un garaje cercano, asegurando que fue testigo de la detención del matador, que estaba herido y dejó manchas de su sangre en la pared.
Quienes conocen a Valdez dijeron que vivía cerca del edificio donde ejecutó los crímenes.
Carmen Pérez, otra vecina de la pareja señaló que ella oyó los gritos de las mujeres que vociferaban “¡ayúndenos, ayúdennos!”, pero añadió que tanto ella como los demás estaban impotentes por la dificultad de entrar al apartamento.
Vinicio Cruz, un hermano de Belkys narró que Peña se había mudado recientemente a la habitación que su hermana le rentó y que nunca había visto al novio.
Isaac Murillo, un compadre de una de las muertas, dijo que Valdez habría salido de la cárcel hacía 5 o 7 días y llegó encolerizado y cuchillo en manos con el propósito de matar a su novia, pero “las mató a las, dos”.
Agregó que, aunque Valdez está arrestado y acusado del doble homicidio piden que la comunidad lo conozca porque es bueno saber quiénes representan un peligro para la seguridad de los vecindarios.
“Queremos justicia”, dijo Murillo.
Valdez, fue procesado y acusado anoche en el cuartel 34 en el Alto Manhattan que abarca la zona de Inwood y se espera que sea presentado hoy en la Corte Criminal del distrito de Manhattan por cargos de doble homicidio y posesión criminal de un arma.
La policía dijo que el cuchillo usado para matar a las dominicanas fue recuperado cerca de la escena sangrienta.
Los cadáveres de Cruz y Peña fueron hallados a las 9:45 de la mañana por los policías enviados a la escena después que el superintendente llamó al 911.
Cruz solía vivir con su exmarido, pero él se jubiló hace años y quería regresar a la República Dominicana, por lo que se separaron y ella se quedó sola en Nueva York, explicó su hermano.
No procreó hijos y era diabética.
“Ella estuvo trabajando hasta que se enfermó y se deprimió. Era una diabética crónica y terminó en el hospital. Ella vivía sola y se deprimió más”, añadió el hermano de 41 años.
Cruz dijo que no se llevaba bien con la mujer más joven y que nunca conoció a su novio.
Peña y Valdez tienen un historial de violencia doméstica, dijeron los investigadores.
Belkys Peña vivieron en el apartamento durante años, dijo Stephanie Cruz, de 31 años, que vive en el piso debajo.
Señaló que quedó en shock cuando su mamá le dijo los de los asesinatos. “No lo podía creer”.
Nunca vio al novio de Peña, pero escuchó pisadas y golpes la semana pasada y las peleas entre la pareja de Peña y Valdez, llegó al clímax ayer martes en la mañana cuando la asesinó junto a Belkys.
“Todos por aquí conocían a Belkis”, relató su hermano. “Hizo favores a todos, les daba té a la gente. Todos preguntan por ella”.
Por Miguel Cruz tejada
