Las mujeres se desempeñan en distintas áreas de nuestra Policía Nacional, debido a los talentos, capacidades y pasión que tienen cada una de ellas.
Dentro de nuestras filas hay una que se destaca por su “sazón” en el arte culinario, y está registrada en la memoria de los últimos ex directores policiales, instructores y cadetes: se trata de la teniente coronel Rebeca Martínez, quien lleva 28 años dentro de nuestras filas, de los cuales lleva gran parte de su tiempo en la institución siendo la comandante y jefa de la cocina de la Escuela de Cadetes mayor general® José Félix Rafael Hermida González.
Muestra de que no importa cuál posición te toque desempeñar, el amor ha sido el ingrediente principal de las comidas que Rebeca ha preparado durante años para distintas generaciones de profesionales en Ciencias Policiales, y que la ha hecho merecedora de reconocimientos dentro de la institución.
“(Rebeca) es la mujer con más hijos policías. Una mujer que, para alimentar, tuvo momentos que dispuso de sus recursos para satisfacer (con alimentos) a los cadetes a cargo”, así la define el actual director general policial, mayor general Edward Sánchez González.
La cocinera y oficial superior, quien, según los que han degustado sus manjares, hace “las arepitas de yuca más ricas del mundo”. Cuenta que ella se quedó desempleada, y como le gustaba la Policía, fue a buscar empleo en el citado centro de formación institucional ubicado en su pueblo natal, provincia San Cristóbal.
Cuando llegó, el puesto de trabajo disponible era en la cocina, así que ingresó como cocinera.
“En esa época había muchos hombres, pero me fui destacando porque me gusta la cocina, trabajo con amor”, manifiesta Rebeca. “Además, me capacité en cocina”, agrega.
Dijo que lo que más le gusta de su trabajo es poder servirle a todo el mundo sin distinción. El amor de esta policía de sonrisa dulce motivó que 10 de sus hermanos menores ingresaran a la institución del orden, entre ella una que es sargento mayor, quien a su vez tiene cuatro hijos policías.
“En total somos 14 policías en la familia”, afirma con agrado.
Rebeca es, además, madre de dos féminas, ¿Y cómo no? Una de ellas es sargento policial y la otra vive en los Estados Unidos; ambas la han hecho abuela de seis retoños, de quienes espera sean policías.
Durante la entrevista, dice, “pon que tengo 10 hermanos policías, ese es el orgullo de mi madre, decir que tengo 10 hijos policías”. Cuando se le preguntó cuándo piensa irse de la Policía, sonríe, se toma unos minutos y responde: “Yo no pienso irme ahora”.
Definitivamente, Rebeca muestra que la Patria se defiende desde donde te toque “hasta con un cucharón en mano”.
Una policía con vocación social
Es indiscutible que para servir a la Patria debe existir una vocación por amor al prójimo, y la teniente coronel Rebeca Martínez dimensiona este valor, a través de La Fundación Balcri, de la cual es subdirectora, y se dedica a ayudar a niños que habitan en las calles, a las madres solteras y a dar asistencia social a todos sus compueblanos.
Y es que este amor a servir es de sangre, ya que la fundación es presidida por su hermana, también policía, quien afirma que hace esa labor por la comunidad “porque lo de nosotras es trabajar”.
Estas mujeres han sido inspiración de todos sus hijos y sobrinos quienes también están involucrados en este trabajo solidario.
Reconocimiento
El pasado 9 de marzo, nuestra teniente coronel Rebeca Martínez fue reconocida por el titular del cuerpo del orden, mayor general Edward Sánchez González, así como también por el director de la Escuela para Cadetes, coronel Paúl Monte de Oca, quien destacó su trayectoria de servicio a la institución.
Pero el mayor reconocimiento es escuchar los testimonios de sus compañeros y cientos de policías, porque esa personalidad amable y humilde de Rebeca es inolvidable.