Por Juan T H
Ese general no ganó sus estrellas en el campo del honor,
No libró una sola batalla defendiendo la justicia y la libertad
Sus medallas eran de material barato,
de hojalata,
compradas en el mercado del sufrimiento,
donde habita la sangre de los indefensos que pisoteó,
donde reposa el dolor y el luto de los débiles que maltrató.
Ese general nunca mereció ser general
no debió vestir el uniforme de las Fuerzas Armadas.
Ese general no vale una lágrima o un lamento del pueblo.
No me duele su muerte,
no lo lamentaré,
No lo lloraré.
No diré su nombre.
Formo parte del pueblo que las botas de ese general patearon,
Como muchos hui para evitar el apresamiento, la tortura o la muerte,
dejando a mi madre llorando en la penumbra de la noche.
No lo olvido.
No lo perdono.
Hay hombres que no deben morir en su cama,
que no merecen la dignidad de la vejez.
hombres despiadados y crueles,
hombres que nacieron malditos,
hombres que avergüenzan la vergüenza,
hombres crueles con la sangre de muchos en la memoria,
hombres sin humanidad entre las piernas.
Cobardes atrincherados en un uniforme militar.
Ese general represivo y abusador,
no merece un epitafio en su tumba.
Merece el olvido, no el perdón del pueblo.
Debieron enterrarlo en Duquesa Enero 2021