POR: PAPO FERNÁNDEZ – Escritor Reside en Santo Domingo
Junta Central Electoral, la institución encargada por ley de velar por el cumplimiento de las reglas y normas establecidas para la realización de las elecciones internas de los partidos (primarias, en la forma establecida escogida por el partido) y de las elecciones ordinarias y extraordinarias de las autoridades distritales, municipales, provinciales y del presidente y vicepresidente de la República.
Es una institución en que la única condición humana necesaria para ser miembro, junto a las profesionales y legales establecidas por la ley, es la honestidad.
Una persona honesta, siempre será justa y responsable.
Por qué entonces oponerse a que un hombre de la probidad, honestidad, capacidad y experiencia de Eddy Olivares, fuera incluso, no solamente desechado de los posibles escogidos, sino, que se “ordenó” que no debía ni siquiera aparecer en las ternas.
Si, el presidente de la República se reunió con “sus senadores” para que quede claro que no podía ser escogido ni en las ternas. El 90% de todos los legisladores estaban apoyando a Eddy Olivares, de ahí que había que tomar la decisión de la injerencia del Poder Ejecutivo en el Congreso Nacional.
Así mismo, la injerencia.
No hay discusión de que el brazo poderoso del ejecutivo, en un país como el nuestro, es más fuerte que su jefe; porque es que se nos olvida que el Congreso es el jefe del presidente.
Pero entremos en materia.
¿Qué JCE fue escogida?
Una que está compuesta por una persona que vociferó en las protestas de la Plaza de la Bandera, “Corruptos y ladrones” al gobierno y al partido de gobierno del momento (Patricia Lorenzo), otro, que cuando se le ordenó al miembro de la sociedad civil que fungía como presidente de dicha junta (Castaños Guzmán) que había que suspender las elecciones, al este decir que solo debía ser solo donde estaba el voto electrónico, este hoy miembro de la JCE amenazó con “prenderle fuego a la institución” (Chami Isa), versión presentada con todos los detalles por la Juez miembro del momento Carmen Imbert Brugal y Martínez Pozo en El Sol de la Mañana.
Y por otro lado y más grave posiblemente aún, es escogido para presidir la junta, un juez que fusiló, acribilló, mató la Ley de Partidos.
Veamos, ¿Qué quisimos (yo estaba ahí) establecer claramente los legisladores respecto a lo que es el transfuguismo?
Muy sencillo, que cuando un regidor, alcalde, diputado, senador o persona física cualquiera participara en unas primarias dentro de su partido, si perdía, no pudiera irse a otro partido y presentarse como candidato.
Más nada, solo eso perseguía esa ley; más sin embargo, este Juez, como presidente del TSE (Tribunal Superior Electoral), hoy premiado con la presidencia de la Junta (Román Jáquez), interpretó a su manera y aceptó que Leonel Fernández participara como candidato.
De ahí se desprende que ha habido por parte del presidente Abinader (en una jugada política, que vista con pragmatismo es negativa para él y su partido) un doble pago, porque así premia al Juez que falló como quería y a Leonel Fernández por ser parte del entramado que propició su triunfo como presidente de la República, y así Leonel asegura un fallo positivo para que su partido sea declarado “mayoritario” cuando en la realidad, con menos del 5% de los votos no pudo lograrlo.
Es simple: ¿Saben cuándo ha habido más problemas en la JCE? Cuando se ha elegido un miembro “independiente” o de la “Sociedad Civil no partidista” como el pasado Castaños Guzmán, o como aquel García Lizardo entre otros; sin embargo, cuando ha estado alguien que se le imputa alguna vinculación política (Roberto Rosario M, como ejemplo más reciente) todo ha salido bien.
Esperemos los resultados políticos y electorales en el futuro después de esta JCE impuesta sin consenso entre los partidos mayoritarios, por un presidente y su partido, como hacía décadas no sucedía.
Muchas gracias.