Estados Unidos, el país del mundo más afectado por la pandemia del COVID-19, superó este jueves los 4 millones de casos confirmados. Según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, EEUU ha registrado a la tarde del jueves (hora local) un total de 4.005.414 contagios y 143.820 fallecidos.
El país había llegado a los 3 millones de contagios el pasado 8 de julio. En los últimos días, el país ha registrado una media superior a los 60.000 contagios diarios y ha rebasado las 1.000 muertes diarias, algo que no ocurría desde junio, debido al repunte de casos en estados como California y Texas, entre otros, que han reportado cifras récord de contagios esta semana.
La cantidad de decesos también ha vuelto a crecer, algo que no estaba sucediendo en paralelo al aumento de casos confirmados. El pasado martes, el país volvió a registrar más de 1.000 muertes por la enfermedad, hecho que no sucedía desde el 29 de mayo.
Alabama, California, Idaho y Texas son algunos de los estados que esta semana han registrado máximos en cuanto a número de casos y/o muertes diarios relacionadas con el COVID-19.
En concreto, Misuri, Dakota del Norte y Virginia Occidental han sufrido la mayor cifra de contagios en un día desde el inicio de la pandemia, mientras que Alabama, Idaho y Texas han reportado el número más alto de muertes debido a la pandemia.
Por su parte, California ha tenido los mayores números de casos y fallecimientos diarios, una situación que lo convierte en uno de los puntos más calientes del país.
En una conferencia de prensa sostenida el mismo día, el presidente Donald Trump indicó que la situación “se va a poner peor antes de mejorar” y sugirió al público usar mascarillas. “Le estamos pidiendo a todos los que no puedan mantener la distancia social que usen una. Les guste o no, tienen un efecto. Y necesitamos todo (el apoyo) que podamos conseguir”, expresó.
Los modelos epidémicos predicen en promedio que el pico nacional se registrará en las próximas cuatro semanas, según la Universidad de Massachusetts, que maneja las proyecciones de una veintena de centros de investigación.
En cuanto a número de casos, California superó esta semana los peores picos del estado de Nueva York, aunque sus cifras de fallecimientos aún están lejos de las que se vieron en el estado neoyorquino.
LAS SOLICITUDES DE DESEMPLEO SIGUEN CRECIENDO
Más allá de la crisis sanitaria, el recrudecimiento de la pandemia también está afectando claramente a los bolsillos de los estadounidenses.
De hecho, más de 1,4 millones de personas solicitaron la semana pasada el subsidio por desempleo en Estados Unidos, un incremento respecto a la semana anterior que refleja el resurgimiento de casos de COVID-19, de acuerdo con las cifras divulgadas este jueves por el Departamento de Trabajo.
Antes de que en marzo la pandemia de COVID-19 paralizara la economía, durante varios meses el promedio de solicitudes de subsidio por desempleo había estado en alrededor de 210.000 trámites semanales.
El índice de desempleo, que también durante varios meses había estado en alrededor del 3,5 %, saltó al 14,4 % en abril y desde entonces ha ido disminuyendo hasta el 11,1 % en junio, pero los economistas consideran que una reanudación apresurada de las actividades industriales y comerciales pueda contribuir a más casos de coronavirus.
El Congreso de EEUU negocia actualmente un nuevo paquete de estímulo que prolongaría los subsidios por desempleo temporales, ya que las actuales ayudas especiales debidas a la crisis de COVID-19 concluirán a final de mes.
Con información de EFE