Luis Collado
Después del discurso pronunciado por el Pdte Danilo Medina de no buscar la repostulación inmediata a la Presidencia de la República Dominicana, cabe recordar aquel poema de José Martí:
“Cultivo una rosa blanca en junio como enero para el amigo sincero que me da su mano franca… Y para el cruel que me arranca el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo; cultivo la rosa blanca.”
El ciudadano Danilo Medina se ha hecho merecedor de una rosa blanca.
Hay que dar espacio para terminar de digerir ese gesto de grandeza del Presidente Danilo Medina.
Es tiempo para reflexionar en cómo materializar los anhelos de democracia con justicia social.
Si anhelamos democracia y justicia es inoportuno ahondar las heridas ocasionadas en esta fase del proceso político, en vez de actuar con prudencia tras una victoria incuestionable de nuestro pueblo.
Nuestra Constitución ha sido respetada y no es justo criticar al Presidente Danilo Medina por haber puesto sus oídos en el corazón del pueblo.
Nos queda vida y tiempo para luchar por las cosas que nos importan.
En contra del traidor y el avaro, justicia y castigo, pero amparados en pruebas, no en discursos motivados en el odio y la venganza.
Felicitamos al Presidente por sus palabras sabias y oportunas y la paz que lleva a los hogares dominicanos y aliados de ultramar.
Dios lo guíe y acompañe, Presidente!