Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El comisionado del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), Edward Caban, familiares, amigos y comunitarios recordaron ayer miércoles al policía dominicano Alexis Martínez, asesinado por su padre que sufría de problemas mentales de un balazo en la cabeza en el apartamento que compartían en un edificio de El Bronx el 2 de agosto 2023.
El oficial novato era considerado una estrella ascendente en el NYPD y sus vecinos dijeron que el papá lo amaba entrañablemente sin conseguir una explicación para que el progenitor lo ejecutara ya que ambos se adoraban.
Su legado fue honrado en el cementerio Woodland de El Bronx donde está sepultado junto a parte de las celebridades más famosas del mundo en el primer aniversario de su muerte.
“Parece que fue ayer, literalmente puedo contar todo lo que tengo en mi cabeza desde que recibí esa llamada”, dijo Félix Camacho quien era su primo.
Luego de matar a su hijo el papá se suicidó en el mismo apartamento, un caso que los investigadores como de asesinato-suicidio.
“Es difícil entenderlo, el hecho de que ya ha pasado un año, el mundo no ha sido el mismo”, dijo Camacho en una entrevista con una reportera del canal local Bronx News 12 que lo acompañó en el afamado campo santo.
Martínez estaba asignado a narcóticos en El Bronx y rápidamente ascendió de rango. Camacho lo describe como ambicioso y motivado y dijo que estaba trabajando para obtener su placa de detective con solo 26 años de edad.
“Le encantaba todo lo relacionado con ser policía, tenía aspiraciones de ascender y estaba en camino”, agregó Camacho.
Nacidos con dos semanas de diferencia, Camacho dice que él y Martínez eran inseparables y para continuar el legado y el sueño de su primo, Camacho se enroló en la policía de Filadelfia en Pensilvania.
“Él fue mi principal influencia para querer entrar a la policía, voy a poder usar su número de placa, me va a dar una razón para ponerme ese uniforme todos los días, viviré el resto de mi vida con su recuerdo dentro de mí”, expresó Camacho.
Martínez estaba fuera de servicio cuando fue asesinado por su padre.
Decenas de agentes de policía de la ciudad, acudieron a los funerales de Martínez y apoyaron a la familia.
“Era su sonrisa. En el momento en que entró, fue como aquí está el tipo con una sonrisa agradable'”, dijo la sargento dominicana Lissette Henríquez durante el funeral en la funeraria Ortiz del Alto Manhattan el año pasado.
Después de cinco años, Martínez ya había pasado el examen de sargento y estaba a punto de graduarse de detective.
“Quería retribuir a su comunidad y todo se centraba en los jóvenes”, agregó Henríquez. “Pasamos por el COVID y los disturbios, y él todavía estaba en eso. Lo suyo era su comunidad. Tuvo grandes mentores y eso es lo que quería retribuir”, explicó la sargento.
Martínez era muy conocido entre las organizaciones fraternales hispanas en el NYPD y en la liga de béisbol de la uniformada.
“Siempre quiso dar el ejemplo y ayudar a los niños, siempre lo mejor para la comunidad”, dijo su amigo José López a través de un traductor.
José de la Cruz, amigo de la familia, vio crecer a Martínez no muy lejos y dijo que consideraba que era su deber retribuir a la comunidad.
Como novato, Martínez fue asignado al cuartel 34 la avenida Broadway y calle 186 en el Alto Manhattan, a unas cuadras de la funeraria donde sus compañeros oficiales construyeron un monumento a su amigo.
“Era una persona hermosa que siempre estaba feliz y era simplemente un ejemplo de a quién seguir, alguien a seguir”, dijo su amigo Dago Núñez.
“Era un muchacho excelente”, dijo de la Cruz. “Y ni siquiera podemos darle sentido a lo que sucedió, definitivamente es trágico “, señaló.
El comisionado Cabán, presentó sus respetos en el velatorio del oficial y hacía dos semanas, se tomó una foto con un grupo de agentes, entre los que estaba Martínez.
“Era un muchacho del barrio. Joven oficial, se unió al equipo de béisbol de la policía de Nueva York, jugó béisbol, amado por sus compañeros oficiales, retribuyó, trabajó muy duro, y nuestros pensamientos y oraciones están con su familia”, agregó el comisionado.
El asesinato – suicidio ocurrió en un apartamento de la avenida Fteley en el vecindario Soundview en El Bronx antes del mediodía del 2 de agosto 2023.
El arma usada por el padre de Martínez fue recuperada en la escena.
El superintendente del edificio dijo que escuchó a la cuñada del hijo gritar cuando los encontró acostados en una cama. Dijo que el padre y el hijo eran miembros de una familia dominicana trabajadora y amable.
Se suponía que Martínez iba a jugar béisbol ese miércoles por la tarde con un equipo compuesto en su mayoría por policías, y cuando no apareció, fueron a ver cómo estaba encontrando los cadáveres de ambos hombres.
