La crisis energética en la isla se agrava, afectando a millones de personas y sin soluciones claras a corto plazo
Cuba ha sido golpeada por un apagón generalizado este viernes tras una falla en la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las más importantes del país, dejando sin electricidad a más de 10 millones de personas. El Ministerio de Energía y Minas confirmó la “desconexión total” del sistema eléctrico a las 11:00 a.m., hora local, debido a la “salida imprevista” de esta planta, ubicada en Matanzas.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, declaró que el gobierno está priorizando la resolución de esta contingencia energética y prometió que no habrá descanso hasta que se restablezca el servicio eléctrico. Sin embargo, las autoridades no han podido ofrecer un tiempo estimado para la recuperación total del sistema.
Un panorama complejo
La crisis energética en Cuba, agravada por años de deterioro en la infraestructura eléctrica y una creciente demanda, se ha intensificado en los últimos meses, con cortes diarios que ya venían afectando a gran parte del país. El apagón de este viernes es el mayor en 2024, superando incluso los peores momentos de déficit de años anteriores.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, explicó que la falta de combustible es uno de los principales factores que agravan la situación, junto con el desgaste de la infraestructura eléctrica. Las autoridades han comenzado a implementar medidas de emergencia, como la distribución de gas licuado para reducir el consumo eléctrico en la cocción de alimentos y la promoción del teletrabajo para disminuir la demanda.
Esfuerzos para la recuperación
Lázaro Guerra, director general de Electricidad, indicó que se están creando “microsistemas” en diferentes territorios para distribuir la electricidad desde pequeños grupos de generación distribuida a las termoeléctricas, en un esfuerzo por estabilizar la red eléctrica. A pesar de los esfuerzos, no se ha definido un plazo concreto para la completa restauración del servicio.
La falta de combustible y el creciente consumo, especialmente en el sector empresarial, han llevado a las autoridades a considerar regulaciones que obliguen a las nuevas inversiones a contar con fuentes de generación propias.
El apagón es solo el último episodio en una prolongada crisis energética que ha afectado gravemente a la economía cubana y que sigue sin una solución clara en el horizonte.