Si este Abierto de Francia resulta ser el último de Rafael Nadal, será un evento que todos recordarán vívidamente, incluido el propio Nadal, de 37 años.
No importa cuán en forma esté “Rafa”. No importa cuánto dure su participación en el torneo. No importa si logra agregar otro título en Roland Garros a su récord de 14 victorias.
Narrador: Ni siquiera Nadal cree que eso sea probable. De hecho, hasta el miércoles por la mañana no había confirmado su participación, aunque estuvo presente para practicar.
“No soy negativo”, dijo. “Simplemente soy realista”.
Recuerde la despedida de Serena Williams en el US Open hace un par de años. Esa es la atmósfera y adoración que probablemente rodearán a Nadal cada vez que tome una raqueta o camine por los terrenos del Grand Slam en la parte suroeste de París, donde el torneo en tierra batida comienza el domingo.
“No puedo predecir qué emociones sentiré allí”, comentó Nadal, quien ha estado diciendo que cree que 2024 será su última temporada antes de retirarse. “Solo quiero disfrutar cada día”.
Esto ha sido difícil últimamente debido a las lesiones en los músculos abdominales y de la cadera que lo han limitado a 20 partidos y un récord de 9-11 en los últimos 20 meses.
Nadal se perdió casi todo el 2023 después de lesionarse la cadera durante una derrota en el Abierto de Australia en enero. Se sometió a una cirugía hace casi un año y se perdió el Abierto de Francia por primera vez desde que debutó en 2005, cuando ganó el trofeo a los 19 años.
Un desgarro en el músculo de la cadera en enero lo obligó a perderse el Abierto de Australia; una lesión abdominal lo dejó fuera después. Regresó en abril, pero en tres torneos donde ha ganado un total de 27 títulos (Barcelona, Madrid, Roma), Nadal no pasó de la cuarta ronda y se calificó a sí mismo como “impredecible”.
Esa racha culminó con una derrota por 6-1, 6-3 ante Hubert Hurkacz en el Abierto de Italia, un resultado tan desalentador que Nadal se preguntó si debería presentarse en Roland Garros, aunque dijo que era reacio a perderse “el evento más importante de mi carrera tenística”.
El campeón de 22 títulos de Grand Slam no puede correr a toda velocidad ni competir con toda su fuerza. No tiene la preparación necesaria para tener éxito en el torneo.
“¿Que él sienta que está jugando en su nivel ‘C’, no en su nivel ‘B’? ¿Nivel ‘C’, y tal vez con miedo de perder en la primera o segunda ronda?”, dijo Chris Evert, quien ganó siete de sus 18 títulos de Grand Slam en París. “Ha sido tan perfeccionista en esa superficie, ¿por qué querría exponerse a ese nivel?”.
Ningún hombre ha ganado ni siquiera la mitad de Abiertos de Francia que Nadal. Su porcentaje de victorias allí es .974. Ha tenido rachas de cinco campeonatos seguidos, cuatro seguidos y tres seguidos.
Esto lo dice todo: ya hay una estatua suya cerca del estadio principal.
“Es realmente un desafío primordial jugar contra él en Roland Garros”, dijo Novak Djokovic, cuyos 24 trofeos de Grand Slam lo convierten en el único hombre con más títulos que Nadal. “Es un atleta increíble. La tenacidad y la intensidad que aporta en la cancha, especialmente allí, es algo que rara vez se ha visto en la historia de este deporte”.
Djokovic, que junto con Nadal y el ahora retirado Roger Federer formó el trío conocido como los Tres Grandes, e Iga Swiatek son los campeones defensores en Francia y ambos están en el puesto número 1. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner son las estrellas emergentes del tenis masculino; Aryna Sabalenka y Coco Gauff tienen ese estatus en el tenis femenino.
Pero todas las miradas (de los espectadores y de otros atletas) estarán puestas en Nadal mientras siga en el torneo.
“Probablemente sea el único jugador que cuando practico en la cancha junto a él, literalmente salgo de mi práctica para verlo”, dijo Gauff, la estadounidense de 20 años que ganó el US Open el año pasado. “La forma en que se comporta es simplemente genial. Su legado será casi incomparable en cuanto a la intensidad con la que aborda todo. Eso es algo que los jugadores y los aficionados extrañarán”.
