El empeño calumnioso de un sector de la oposición al gobierno en demostrar que la situación de los precios de los artículos de uso común en la cotidianidad del dominicano se debe a la incapacidad del gobierno y a falta de experiencia para gobernar, quedo al desenmascarado en la reunión del pasado lunes donde el Presidente Abinader convoco a una gran mesa de trabajo a los representantes de los sectores productivos y sociales para tratar el tema de los precios.
En dos cosas hubo acuerdo total entre los presentes en la reunión: la crisis es transitoria y la inflación que padecemos es importada. No originada aquí.
El gobierno no ha provocado la crisis de los precios. Es una crisis creada en los países fabricantes de los productos que nuestra economía demanda.
La voz autorizada del gobernador del Banco Central se dejó escuchar asegurando que la economía va bien. Según el gobernador podríamos tener a final de año un crecimiento económico de ocho por ciento y quizás más. Es alentador, sobre todo porque la afirmación viene de una persona que conoce muy bien cómo se mueven las variables económicas.
El gobierno ha estado haciendo su trabajo para amortiguar los efectos de las alzas de los precios. Se ha dinamizado a INESPRE en la instalación de mercados populares los cuales según dijo en el encuentro el presidente Abinader serán multiplicados para alcanzar una población amplia en los sectores más vulnerables.
Nuevos programas sociales se han puesto en práctica y el Presidente al reunir a representantes de las fuerzas productivas y sociales desmonto de cuajo la campaña maliciosa que venía avanzando con la bandera en alto de la culpabilidad del gobierno.
Quedo claro que entre las medidas que se podría tomar en los próximos días seria reducir el costo de los fletes los cuales se han triplicado en las últimas semanas.
Es de considerar la propuesta del Gobernador del ¨Banco Central de que se fije el cobro de arancel e ITBIS a los niveles de prepandemia. A juicio del funcionario si se hiciera esto los automáticamente se caen los precios.
Algunos de los participantes, como el empresario de la construcción Manuel Estrella, aconsejaron prudencia al tomar las medidas para que estas no frenen el crecimiento de la economía que en este momento va a buen ritmo.
Se estima que a final de este mes de junio los precios ya habrán comenzado a bajar como de hecho está ocurriendo con varios productos.
El Presidente Abinader con la misma tónica democrática que ha impregnado a su administración desde su inicio conformo varias mesas de trabajo bajo la coordinación del Ministro de Industria y Comercio para que en un plazo de diez días a partir de la fecha le entregue cada una de las mesas un pliego de propuestas que sean posibles y factibles de aplicar para enfrentar la crisis de precios que se nos vino encima junto con la pandemia que nos mantiene en vilo, mientras se hace lo imposible para conseguir las vacunas y después lograr que la gente acuda a los centros de vacunación.
No es una tarea fácil la que le ha tocado enfrentar al Presidente Abinader, pero es de justicia reconocer que trabajando con denuedo y poniendo toda su energía y pasión, se están consiguiendo notables mejorías en el control del COVID mientras a se recupera el turismo, el país está sembrado, la construcción busca su ritmo y la economía en sentido general denota un buen crecimiento que debe traducirse en desarrollo, no en ganancias para unos pocos, sino en bienestar para todos y en especial para el sector más vulnerable de nuestra población que sobrevive cada día gracias a los enormes esfuerzos que hace y las oraciones que le mantienen la esperanza.
Si logramos vacunar el setenta por ciento de la población, o más, para finales de julio, podríamos hacer descender de manera significativa la curva de la pandemia y retornar, con las debidas reservas, a la normalidad.
En los momentos actuales la economía está respondiendo y por ello ese sector está funcionando en prácticamente en noventa por ciento.
Las propuestas que esta semana próxima estarán saliendo de las mesas de trabajo serán de importancia en las decisiones a tomar por el presidente Abinader.
Por Luis González Fabra