Rafael Santos
A través de las siguientes líneas, queremos hacer un llamado a la reflexión a todos los amigos cibernautas, para que por favor no continuemos dándole pie a la morbosidad, para que en la medida de lo posible no nos dejemos arrastrar por las pasiones, por la sinrazón, por la mezquindad sobre todo, por la brutalidad emocional que muchas veces nos llevan al fracaso.
Veo personas hiriéndose, ofendiéndose, injuriándose, veo a personas que antes los observaba por ahí confraternizando, hoy día, por causa de una mal llamada ideología política, sus caminos se encuentran muy divididos, lo que nos está llevando poco a poco hasta la deshumanización de nuestra sociedad, a la división de nuestra sociedad, al atraso de nuestra sociedad con ideales politiqueros, pues cuando la política cae a un nivel tan bajo en la sociedad como el que estamos viendo, la misma tiende a degradar su accionar para convertirse en algo menos que lo que la ciencia nos señala.
Discutamos nuestros puntos de vista sobre la razón, el entendimiento, los conocimientos, los postulados en los que creemos; defendamos nuestras ideas con aportaciones, no con ofensas a quien no va de acuerdo con lo que pensamos o escribimos.
Salcedo somos todos y Salcedo, nuestra provincia Hermanas Mirabal es de todos, no nos sigamos haciéndonos daños, no nos sigamos ofendiendo por políticas u otra cosas que nos están dividiendo aun más como sociedad.
Con esta división, estos chismecitos baratos, estos dimes y diretes que se escriben por las redes sociales, solo salen ganando aquellos que no quieren ver nuestra provincia desarrollarse, y eso no es justo si en verdad todos queremos el buen futuro para este pedacito de tierra que Papa Dios nos regaló para que la protejamos y la desarrollemos.
Desde anoche que me he puesto a reflexionar, he estado pensando aunque seas por un tiempo borrar mis redes, alejarme de las redes, no escribir ni publicar nada por las redes, pues, como periodista y trabajador social de mi pueblo, el que me duele, estos enfrentamientos, que estoy viendo, les confieso me están haciendo un terrible daño a mi paz espiritual y mental, y eso no me lo voy a permitir, por lo que estoy pensando seriamente el caso, pero cuando observo que somos muy pocas las voces que nos hemos arriesgado a comunicar con objetividad, también pienso que sería una locura injustificable no informar a mi pueblo, al país y al mundo sobre lo que pasa aquí y lo que pasa allá.
Finalmente, hago un llamado de atención a todos ustedes que están leyendo esto, para que en la medida de lo posible, saquemos de nuestro vocabulario la violencia y entre todos construyamos un mundo de paz y amor.