El presidente Donald Trump responde “muy bien” al tratamiento contra el COVID-19 y mantiene un ánimo “excepcionalmente bueno”, dijeron hoy los doctores que le atienden desde que fue diagnosticado con el coronavirus.
Pero, una declaración entregada a los periodistas asignados a la Casa Blanca que forman parte del equipo de cobertura colectiva por una fuente familiarizada con la salud de Trump, indicó que “los signos vitales del presidente durante las últimas 24 horas fueron muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en términos de su cuidado médico”.
“No estamos en un camino claro hacia una recuperación completa”, señaló la declaración.
Acompañado de doctores que le atienden en el hospital Walter Reed, al que Trump ingresó la tarde del viernes tras conocer el jueves que tenía COVID-19, el médico de la Casa Blanca, Sean Conley, confirmó que el presidente tuvo fiebre desde el jueves en la noche hasta la mañana del viernes y ha tenido una tos leve y congestión.
“No ha tenido problemas de respiración” ni fiebre “en las últimas 24 horas”, agregó Conley.
Pero, fuentes del periódico The New York Times indicaron que el presidente Trump requrió respiración artificial el viernes, antes de su hospitalización, debido a que le bajó el nivel de oxígeno.
Trump comenzó a ser tratado con el antiviral remdesevir anoche, para frenar el avance del virus, y deberá utilizar ese medicamento durante cinco días.
Al ser preguntado si el presidente Trump ha necesitado un respirador artificial, Conley dijo primero que desde el viernes no. Luego dijo que tampoco el jueves, sin negar absolutamente que el presidente requiriera un respirador artificial.
Conley tampoco precisó cuando el presidente Trump – quien tuvo actividades públicas toda la semana-, pudo haberse contagiado.
El médico del presidente de Estados Unidos tuvo que corregirse esta tarde después de haber dicho que el presidente Trump fue diagnosticado con el coronavirus hace 72 horas – lo que hubiese supuesto el miércoles-, y que comenzó a recibir medicamentos hace 48 horas.
Conley mantuvo esta tarde la versión original de la Casa Blanca en el sentido de que Trump fue diagnosticado con el coronavirus en la noche del jueves y que el viernes, como se había informado originalmente, recibió 8 gramos de un coctel de anticuerpos policlonales Regeneron.
La aclaración del médico de la Casa Blanca era fundametal, pues Trump viajó el jueves a Nueva Jersey para un evento de recaudación de fondos en el que tuvo contacto con docenas de personas, antes de someterse a la prueba de diagnóstico del coronavirus en horas de la tarde.
De todos modos, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, reconoció el viernes que la Casa Blanca supo que la ayudante de Trump, Hope Hicks, había dado positivo al coronavirus, cuando el presidente salía hacia la base aérea Andrews (Maryland) para abordar el Air Force One hacia Nueva Jersey. Hicks viajó con Trump el martes a Ohio y el miércoles a Minnesota.
“Lo supimos cuando el ‘Marine One’ (el helicóptero presidencial) despegaba” hacia la base aérea Andrews, sostuvo Meadows.
No fue hasta cerca de la 1:00 a.m. del viernes que el presidente Trump, por medio de su cuenta de Twitter, informó que él y la primera dama, Melania Trump, fueron diagnosticados con el virus.
El doctor Sean Cooley, del hospital Walter Reed, afirmó, por su parte, que las funciones del corazón y del pulmón del presidente Trump son normales.
“No ha habido complicaciones con el coronavirus o los medicamentos… Está en un ánimo excepcionalmente bueno”, indicó Cooley.
Trump, por su edad, 74 años, y estar sobrepeso, está en el grupo de más alto riesgo sobre una enfermedad que ha cobrado la vida de cerca de 209,000 personas en Estados Unidos.
Al ser preguntado por qué bajo el cuadro clínico que presentaron hoy en la conferencia de prensa el presidente Trump tuvo que ser hospitalizado, Conley respondió “porque es el presidente de Estados Unidos”.
Conley señaló que la primera dama, quien ha permanecido en la Casa Blanca, está bien y que sus síntomas no han requerido hospitalización.