Decenas de trabajadores hispanos, entre ellos algunos dominicanos, protestaron en Brooklyn para exigir el pago de salarios robados y la aprobación de la Ley Sweat.
La protesta se llevó a cabo el pasado miércoles en las calles Marcy con División, en el sector de Williamsburg, y a ella se unieron la senadora estatal Jessica Ramos, junto a la directora del Proyecto de Justicia Laboral.
Durante su intervención, la senadora Ramos recordó sus orígenes como hija de inmigrantes colombianos, y de ahí, su interés en proteger la comunidad inmigrante para que no se deje robar, porque en estos tiempos de crisis “nadie está para trabajar gratis”.
Asegura que “Miles de neoyorquinos inmigrantes están experimentando crisis económica, no es justo que los empleadores se salgan con la suya, cuando los trabajadores se sacrifican diariamente para proveer a sus familias”.
Mientras, Ligia Guallpa, directora de Justicia Laboral, recordó cómo los asalariados inmigrantes en la Gran Manzana con bajos ingresos, han trabajado construyendo esta ciudad, mientras todos estaban desde sus hogares ejerciendo sus labores, estas personas se exponían a ser contagiados de COVID-19.
“Nuestras comunidades ya se han quedado al margen para sobrevivir sin ayuda económica y sin protección. NY y el gobernador Andrew Cuomo, tienen el poder de garantizar la recuperación de miles de millones en salarios robados”, subrayó.
El proyecto de ley Sweat (sudor) fue aprobado por la legislatura de NY en 2019, pero el gobernador lo vetó de manera decepcionante. Esta ley permitirá a los trabajadores congelar los activos del empleador (llamado ‘gravamen’), que es importante porque significa que cuando los trabajadores son engañados con su pago, pueden recuperarlo.
Según la ley actual, si un empleador le debe dinero a un trabajador, es realmente difícil cobrar el dinero porque los empleadores pueden ocultar fácilmente sus activos.
El proyecto Sweat se ha reintroducido con el número de proyecto de ley A9008 / S7256 y esperan que se promulgue el próximo año.
Según el Proyecto de Justicia Laboral, se estima que muchos empleadores han robado mil millones de dólares en salarios de los trabajadores en todo el estado, y mientras los trabajadores van a juicios, esos procesos legales únicamente quedan en papel. Las personas que experimentan esta situación continúan estando vulnerables y expuestos a más robos, sino se aprueba una ley que los proteja.
Por Ramón Mercedes