Lo que hay que saber para evitar la atracción magnética de un líder de una secta
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Por Mariángela Velásquez, Yahoo
En la imagen de la izquierda aparece Patricia Aguilar el día en que cumplió 18 años, antes de escapar a Perú para seguir a Félix Steven Manrique. La imagen de la derecha muestra a la joven española desnutrida y recién parida cuando fue rescatada 19 meses después en la selva peruana. El caso Patricia Aguilar Poveda, la española que escapó de su casa al cumplir 18 años para seguir al líder de una secta en Perú que captaba mujeres en internet para convertirlas en esclavas sexuales, ha revelado la punta del iceberg de un peligro que pudiera acechar a cualquiera que atraviese una situación vulnerable.
Luis Santamaría, miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudios de las Sectas (RIES)
Ha estimado que tan sólo en España funcionan unas 350 sectas, en las que podría participar hasta el 1% de la población, equivalente a unas 450.000 personas. Todas las sectas tienen códigos que sólo pueden ser compartidos por los iniciados, por lo tanto, buscan segregar a los miembros del resto de la comunidad a través de sus ritos y creencias. Pero no todas las sectas son tan destructivas como la que envolvió a Patricia.
El peligro de las redes sociales
Al igual que otros grupos coercitivos, Manrique creó un discurso propio basado en la mezcla de doctrinas orientales, cristianas y gnósticas, que buscan el conocimiento interior para alcanzar la salvación. Noelia Bru, portavoz de la familia Aguilar, creó un perfil falso en Facebook para contactar a Manrique, quien a su vez atraía a chicas mediante numerosas cuentas en redes sociales. Bru afirmó al diario El Confidencial que encontró un grupo creado por Manrique que tenía unas 3000 seguidoras a las que ofrecía aumentos mamarios, sexo y dinero. El apodo de Príncipe Gurdjieff es una posible alusión al místico armenio George Gurdjieff, creador de la doctrina el Cuarto Camino que buscaba maximizar el desarrollo del potencial individual. Manrique predicaba a sus seguidoras la llegada del fin del mundo y se proclamaba como el mesías encargado de reconstruir a la humanidad después del apocalipsis. También se hizo pasar como representante de la agrupación Gnosis, fundada en 1950 por el colombiano Víctor Manuel Gó.
El peligro de las sectas: el caso de Félix Steven Manrique
La historia de Félix Steven Manrique
Félix Steven Manrique, un hombre de 35 años, fue detenido en Perú por presunta trata de personas. Se le acusa de haber captado a jóvenes vulnerables para unirse a su secta y repoblar la Tierra después de acabar con lo que él llamaba “la raza caduca”. En el momento de su captura, se encontraba viviendo en la selva con tres mujeres, con las que había procreado 5 hijos.
El delirio de Manrique
Manrique llegó al extremo de autoproclamarse sucesor de la corona española, falsificando las firmas de importantes figuras como el rey emérito Juan Carlos I y el actual rey Felipe VI. Su deseo de tener siete esposas y obligarlas a tomar ayahuasca, un alucinógeno, revelan su peligrosa mentalidad sectaria.
El magnetismo sectario
Según el psicólogo Ricardo Bencomo Pérez, los líderes de sectas como Manrique poseen niveles patológicos de narcisismo y buscan alimentar su delirio a través de la sumisión de sus seguidores. Utilizan estrategias de captación adaptadas a las necesidades psicológicas de las posibles víctimas, creando una dicotomía de “ellos versus nosotros”.
la historia de Félix Steven Manrique es un claro ejemplo de los peligros de las sectas y cómo los líderes sectarios manipulan a personas vulnerables para satisfacer sus propios delirios. Es importante estar alerta y educar sobre los riesgos de caer en este tipo de organizaciones.
La influencia de las sectas en la sociedad
Félix Steven Manrique convenció a la española Patricia Aguilar de que se acercaba el fin del mundo y de que ella era una elegida para ayudarlo a reconstruir a la humanidad después del Apocalipsis. Los integrantes de la secta son convencidos de que deben estar vigilantes porque en cualquier momento pueden ser destruidos por “los otros”, que podrían ser cualquier persona que se oponga o entorpezca el funcionamiento de la secta.
La consolidación de un seguidor
Una vez que una persona se ve envuelta en tareas que involucran captar a otras mujeres o satisfacer los deseos del líder de la secta, comienza a aceptar esta dinámica y se consolida en la idea de separación de su entorno. Esto se basa en la creencia de que los miembros de la secta son los elegidos para llevar a cabo una misión especial.
Factores de vulnerabilidad
Una persona es más vulnerable a ser atraída por el “imán” de un líder sectario cuando ha desarrollado una baja autoestima, tiene poca confianza en sí misma y siente una gran necesidad de aceptación. Esta necesidad de ser aceptado se manifiesta cuando la persona se siente aislada de sus grupos de referencia y busca fuera de ellos lo que le falta, como sentirse valioso, importante y aceptado.
- Baja autoestima
- Poca confianza en sí mismo
- Necesidad de aceptación
El difícil camino de la prevención
Aunque en España existen instituciones y profesionales dedicados a hacer seguimiento a las sectas, la prevención absoluta para evitar caer en estas organizaciones “no existe”. Sin embargo, hay dos recomendaciones clásicas que los padres pueden seguir para minimizar los riesgos.
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Mantener una buena comunicación: Los padres deben mantener una comunicación abierta con sus hijos que permita intercambiar información sobre su vida.
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Estar atentos a los síntomas: Los padres deben prestar atención a cualquier síntoma que indique que algo está sucediendo en la vida de sus hijos, como el aislamiento social, malestar emocional continuado, cambios radicales de comportamiento o la evitación de actividades que antes eran placenteras.
no todas las personas son vulnerables a caer en la manipulación de un falso gurú. Es necesario que la posible víctima esté receptiva a la manipulación y que los factores de vulnerabilidad jueguen un papel importante en este proceso. Por lo tanto, es fundamental estar alerta y buscar ayuda en caso de sospecha de involucramiento en una secta.
