Un septuagenario que estaba infectado con el nuevo coronavirus se convirtió el sábado en la segunda víctima mortal relacionad con la enfermedad en territorio estadounidense, mientras que un primer caso fue confirmado en Nueva York, informaron las autoridades.
El fallecimiento, que como el primero ocurrió en el hospital Evergreen en Kirkland, cerca de Seattle (Washington), fue reportado el domingo por funcionarios de Salud.
La víctima es un hombre con “condiciones de salud subyacentes”, según las autoridades de Salud del condado de King, el más poblado de Washington (oeste).
El primer deceso fue, el mismo día, el de un hombre de unos 50 años, que también presentaba problemas de salud preexistentes, según Jeff Duchin, responsable de Salud de Seattle y King.
Este caso fue uno de un puñado de personas contagiadas pese a no haber viajado ni haber tenido contacto directo con infectados, lo que sugiere que el coronavirus se está expandiendo actualmente entre la población estadounidense.
En tanto, el estado reportó que de diez diagnosticados, tres están en estado crítico. Todos ellos tenían igualmente problemas de salud antes de contraer el virus.
También el domingo, las autoridades del estado de Nueva York confirmaron el primer caso en la ciudad: una mujer de unos treinta años que viajó recientemente a Irán.
“Desde el principio, dijimos que era solo cuestión de tiempo antes de que se identificara un caso de coronavirus en Nueva York”, afirmó el alcalde Bill de Blasio en un comunicado.
Según el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, la paciente, que ha permanecido “en un ambiente controlado desde su llegada a Nueva York”, sufre de dificultades respiratorias, pero su condición no se considera “grave”.
“No hay razón para estar en un estado de ansiedad injustificado”, dijo el gobernador, quien aseguró que “el riesgo general sigue siendo bajo en Nueva York”.
También hubo confirmaciones de infectados en Rhode Island, con un caso, y Florida, con dos.
El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) no dio a conocer datos actualizados el domingo, después de anunciar el sábado que se habían identificado 22 casos confirmados en los Estados Unidos. A esta cifra se agregan 47 personas repatriadas a Estados Unidos.
– El debate político –
Mientras los números de infectados siguen siendo bajos, varios expertos lamentaron la lentitud de las autoridades sanitarias para distribuir kits de detección de la enfermedad, y se quejaron ante una supuesta falta de preparación logística de las autoridades.
El exvicepresidente y candidato demócrata Joe Biden criticó la “incompetencia” de Trump al enfrentar la epidemia, acusándolo de silenciar a los principales expertos del gobierno.
Los demócratas también han atacado los recortes presupuestarios propuestos por Trump para los CDC, y por eliminar en 2018 un alto cargo en la Casa Blanca para un director a cargo de la seguridad sanitaria mundial.
El vicepresidente estadounidense Mike Pence, al frente de la lucha contra el nuevo coronavirus, defendió este domingo la gestión de la crisis por parte del gobierno, y aseguró que el país estaba “listo” para enfrentar la epidemia.
“La gente debe entender que, sacando las zonas en que hubo personas afectadas, para el estadounidense medio el riesgo sigue siendo débil”, dijo Pence.
“Habrá más casos. No hay duda”, indicó Pence a NBC News. Pero “vamos a reunir a los mejores expertos y mentes científicas y a trabajar cada día para contener a esta enfermedad, curar a las personas afectadas. Y confío mucho en el hecho que estamos listos y sé que vamos a superarlo”, agregó.
Según el vicepresidente, más de 15.000 kits de detección fueron puestos a disposición este fin de semana, y el gobierno está trabajando con un proveedor para producir 50.000 más.
El sábado, el presidente Donald Trump había defendido su manejo de la epidemia, congratulándose por haber prohibido de forma temprana (el 2 de febrero) la entrada en el territorio estadounidense de quienes habían estado en China las dos semanas anteriores.
Pence anunció la misma medida para Irán el sábado y aconsejó a los estadounidenses que no viajen a las zonas más afectadas de Italia y Corea del Sur.
La Casa Blanca ha solicitado al Congreso 2.500 millones de dólares en fondos para combatir la epidemia, pero la oposición demócrata reclama unos 8.500 millones.
Mientras tanto, comentaristas de derecha acusaron a los demócratas de politizar la crisis de salud, mientras que el hijo del presidente Donald Trump Jr. dijo que esperaban que el virus “mate a millones” para dañar a su padre.