Al menos 11 personas han muerto en distintas regiones del país tras la oleada de misiles, que ha dañado la red eléctrica de Kiev, Odesa y Zaporiyia
Estaba claro que el Kremlin iba a responder al envío de tanques por parte de Alemania y Estados Unidos, una decisión que tildó de “extremadamente peligrosa”. Horas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, confirmase el envío de 31 tanques Abrams a Ucrania y de que Berlín hiciera lo propio con 14 unidades de sus carros de combate Leopard 2, Rusia lanzó una gran ofensiva con misiles aéreos que hizo saltar las alarmas en todo el país. El balance provisional de los bombardeos fue de al menos once muertos.
Las alarmas aéreas por ataques con misiles y drones se activaron en todo el país la pasada medianoche. En la región de Kyiv, la capital del país, las sirenas sonaron durante cuatro horas y se reactivaron a las ocho de la mañana de este jueves.
A lo largo de la noche, el servicio de la defensa aérea ucraniana derribó 47 misiles de los 55 lanzados por Rusia
A lo largo de la noche, el servicio de la defensa aérea ucraniana derribó 47 misiles de crucero de los 55 lanzados por Rusia, 15 de los cuales se dirigían a Kyiv, informó el jefe de la administración militar de Kyiv, Serhii Popko. Sin embargo, el peligro por ataques aéreos no ha terminado. Por eso, el oficial recomendó “permanecer en los refugios hasta que la sirena aérea se apague”.
Imagen facilitada por las Fuerzas Armadas de Ucrania
Después de varias explosiones, que se escucharon desde hoteles y hogares, uno de los proyectiles impactó en el distrito Dniprovskyi de Kyiv, en el lado este del río que divide la ciudad, y dejó un muerto y dos heridos, según informó el alcalde, Vitali Klichkó. El lugar del impacto está situado a unos siete kilómetros del centro, según fuentes del ejército situadas en el lugar. En un vídeo del incidente, al cual solo tienen acceso fuentes oficiales, se ve un gran agujero en llamas con unas 15 o 20 personas alrededor, minutos después del impacto.
Seis aviones de combate TU-95 rusos despegaron de la región ártica de Murmansk, en Rusia, para disparar misiles de largo alcance, según afirmó el portavoz de las Fuerzas Aéreas, Yuriy Ihnat. Los ataques provocaron un corte de luz que interrumpió la actividad diaria de hoteles, comercios y hogares a media mañana en la capital. Sólo pudieron seguir trabajando con cierta normalidad aquellos establecimientos que disponen de generadores. Al mediodía, la alarma aérea cesó en Kyiv y alrededores y, poco a poco, se recuperó la normalidad.
En los días previos, la gente seguía transitando por la calle con normalidad pese al ruido de las alarmas, pero esta mañana una multitud de personas se refugió en las estaciones de metro. Hubo explosiones también en las regiones de Dnipró, Zaporiyia, Jersón y Vilniansk, de la región de Zaporiyia, pero todavía se desconocen cifras sobre el número de muertos y heridos.
Rusia ha atacado infraestructuras críticas con misiles y drones desde octubre, y ha causado apagones durante todo el invierno. Los ataques de esta mañana afectaron a las infraestructuras de Odesa. “Ya hay información sobre los daños a dos instalaciones de infraestructura de energía crítica en la región de Odesa”, escribió la Administración Militar del Distrito de Odesa en Telegram, quien agregó que no hubo víctimas en esos ataques.
