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Por Franklin Rosa                                                                                                 

Altice

La Universidad Autónoma de Santo Domingo, Primada de América, está viviendo un proceso de Reforma y Transformación Universitaria que intenta conducir  a la academia por el sendero de la excelencia académica y que la lleve a superar la tendencia que ha vivido en los últimos periodos rectorales hacia el clientelismo y la politiquería, desviándose del camino científico, de la investigación y del compromiso social con nuestro pueblo en su lucha por superar el subdesarrollo y lograr su plena Independencia y soberanía.

El proceso de Reforma y Transformación debe ser altamente crítico de la gestión universitaria pasada y presente, y deben conjugarse los métodos desde arriba con el Consejo Universitario y el rector comprometido, y desde abajo, con la base profesoral activa en Asamblea de Facultades, planteando los obstáculos neurálgicos que impiden el desarrollo científico de la academia.

En el proceso debemos evaluar profundamente la crisis que vive la UASD: la actualización curricular,  la débil gestión de investigación y extensión; el precario equipamiento docente y en infraestructuras físicas;  las ausencias de programas de formación del personal docente;  la expansión desordenada en Recintos, Centros y Subcentros; y un presupuesto imprevisible que descansa en aportes extraordinarios del gobierno de turno, que no  resuelven los graves déficits económicos y generan las condiciones   para un quehacer académico precario que afecta seriamente la calidad de la enseñanza.

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El proceso de Reforma y Transformación también tiene que abordar la grave situación jurídica de la UASD al estar en delito de Desacato Judicial por no cumplir una Sentencia de Tribunal Constitucional que ordena la Actualización Salarial de los exfuncionarios, como disponen las tres Resoluciones del Consejo Universitario que avalan dicha Sentencia.

Esta situación es ejemplo del deterioro moral e institucional a que ha llegado la UASD clientelista y politiquera, maltratando por 22 años a maestros meritísimos que han contribuido al nacimiento y desarrollo de la academia, desde el Movimiento Renovador Universitario, defendiendo su Alma Máter en los momentos más difíciles de su historia.

Podemos recordar a los maestros fallecidos que gestionaron infructuosamente para que se corrigiera esa injustica: Carlos Temístocles Roa, José Placido Cabrera, Luis Billiard Alonzo, Antonio Lockward Artiles, Virgilio Bello Rosa y Nicolás Made Serrano, quien murió recientemente. Todos murieron con el pesar en su corazón de que fueron abandonados por su querida Alma Mater por la que tantos dieron y lucharon.

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Esta condición de Desacato Judicial que vive la UASD, y que afecta a un número muy reducido de profesores, algunos muy enfermo por su avanzada edad, será superada por el rector Editrudis Beltrán Crisóstomo que está plenamente consciente de esta situación y recibió en su despacho a una representación de los profesores afectados.

Las autoridades universitarias con el rector Editrudis Beltrán Crisóstomo, juntamente con el cuerpo académico de las diferentes Facultades, deben profundizar activamente el proceso de Reforma y Transformación Universitaria, porque de él depende el futuro de la academia, y su papel histórico aportando ciencias para la transformación de la sociedad dominicana.

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